Contacta conmigo.

Escríbeme a: sergi_rodco@hotmail.com (en el asunto haz constar "Blog").

dijous, 7 de juliol del 2011

Ventajas de viajar en solitario.

Algún lugar de Laos, cerca de la frontera con China, 7 de Julio de 2.011.
Si alguna vez te planteaste viajar en solitario pero no acabaste de decidirte o atreverte, espero poder aportar un poco de luz para que puedas tomar una decisión la próxima vez.
En mi caso, muchas personas me preguntaron en su momento aquello de “¿no te da miedo viajar sólo?”. La respuesta era contundente: “no”. De hecho, creo que es un aspecto cultural arraigado en España, puesto que no es normal o habitual que un joven salga a viajar varios meses en solitario. Y aunque yo tampoco soy ya tan joven, sigue siendo un hecho casi extraordinario. De hecho, sólo conozco a una persona que haya emprendido una aventura parecida, pero ella acompañada. Así que en solitario, personalmente, de mi círculo así algo más cercano, no conozco a nadie. Si sales de España, es algo común, incluso bien visto y valorado por la experiencia personal que supone, la madurez que se alcanza, etc. Y ya he conocido en estos meses a jóvenes (eso sí son jóvenes, con apenas 19, 20, 21 años) que se lanzan a viajar con su mochila. Por tanto, si lo hacen jóvenes de 20 años, tú, que eres algo más mayor, también puedes hacerlo, no lo dudes.
Me preguntaban el otro día las chicas de ZGZ que cómo se planeaba un viaje para tanto tiempo. La respuesta fue algo así como que se realiza un bosquejo del trayecto, el recorrido aproximado, los países y, quizás, incluso más o menos algunas ciudades o lugares, pero todo bastante abierto. Luego, una vez en marcha, el camino se va dibujando delante tuyo, se va abriendo a tu paso, te va mostrando qué dirección puedes tomar, cuáles son las opciones y a medida que avanzas va tomando cuerpo en el momento presente y el futuro más inmediato. Más allá de ese futuro inmediato sólo hay incertidumbre que se resolverá cuando llegue a ser futuro inmediato. Casi sólo importa el presente y el mañana. Más allá de mañana, casi es inútil pensar. Los imprevistos están a la orden del día, los retrasos, las dudas sobre qué camino escoger, así como los lugares que te atrapan en su ritmo, en su gente, en su paisaje y te tientan, cual sirena, a disfrutar de ese lugar unos días más. Con todas esas variables, vas pasando un día tras otro… y así pasan semanas. Y pasan meses. Y tú sigues en el camino, en el viaje, en tu experiencia vital. Y aunque a simple vista eres el mismo de siempre, en tu interior se han producido cambios que quizás ni tú mismo/a puedes apreciar aquí y ahora, pero no tengas dudas de que se han producido.
Y es justo en este punto donde comienzas a valorar el viaje más allá de los lugares que has visitado, las personas que has conocido o las vacaciones que te estás pegando. Es justo en este punto donde comienzas a valorar el bagaje emocional, intelectual, personal y psicológico que esta experiencia te aporta.
Entre las ventajas que se me ocurren, podría destacaros las siguientes:
-          Ganas mucha confianza en ti mismo. Has resuelto situaciones a veces incluso complejas, en un lugar extraño para ti y comunicándote en un idioma que no es el tuyo. Si eres capaz de eso, puedes resolver casi cualquier situación en casa.
-          Lo anterior tiene como consecuencia que tu autoestima también aumenta. Te valoras mucho más, con un concepto más positivo. Y aprendes a perdonarte según qué errores. Sucede, a menudo, que somos nuestros jueces más implacables y aquí, en una experiencia de este tipo, te concedes un margen de error y aprendes a convivir con esos errores, como parte del proceso, pero tu autoestima crece y crece.
-          Sin duda, ganas seguridad. Cuando confías en ti mismo y además tu autoestima ha aumentado, tu seguridad es mayor para todo: relaciones interpersonales, resolución de problemas, etc.
-          Eres más independiente, pues todo depende de ti y únicamente de ti. Si tú no decides, te adaptas o te relacionas, nadie lo hará por ti, ni te cogerá de la mano para llevarte a un lado u otro. A nivel emocional tampoco dependes de nadie (esto lo desarrollaré más adelante).
-          Te vuelves más flexible y tolerante. Aprendes a ver la vida y el mundo que te rodea con otros ojos, eres menos categórico en tus juicios, menos absolutista y aprendes el valor del relativismo. No todo es blanco o negro. Aprendes a valorar en mayor medida la flexibilidad en tus planes, a tomarte la vida con otro humor, a aceptar los hechos que suceden como parte del juego, intentando cambiar lo que no te gusta y aceptando lo que no depende de ti.
-          Tu capacidad de decisión aumenta exponencialmente. Una vez que tienes que decidir absolutamente todo lo que entrañan tus días, semanas y meses (TODO), tomas decisiones con una facilidad pasmosa, sin titubeos, sin vacilaciones. Decides. Actúas. Y hasta la próxima. Y esto es algo que para quienes no han salido del cascarón y dejan que los demás tomen todas las decisiones por ellos, es realmente dificultoso.
-          Por supuesto, tus capacidades de interrelacionarte mejoran, pues te relacionas con gente con la que no hay idioma en común (ni tan siquiera un poco de inglés), o con gente de cualquier parte del mundo, con historias particulares y visiones del mundo que pueden ser muy diferentes: USA, Canadá, Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda, China, Japón, Francia, Inglaterra, Dinamarca, Alemania, Holanda, Portugal, Turquía, Corea, Marruecos…
-          Por supuesto, la capacidad de adaptación es necesaria. Si la tienes, la mejoras. Y si no la tienes, la adquieres. Debes adaptarte constantemente: un lugar que no te gusta, un cambio de horario, un retraso, un autobús incómodo, una cama dura, un calor insoportable, unos horarios diferentes, cultura y religiones diferentes, costumbres diferentes… Adaptarse o morir debe ser el lema del viajero, pienso.
Por tanto, según mi punto de vista y resumiendo, las ventajas de viajar sólo a nivel personal son:
-          Aumenta tu confianza.
-          Aumenta tu autoestima.
-          Mayor seguridad.
-          Mayor independencia.
-          Aumentas tu flexibilidad y tolerancia.
-          Mejoras tu capacidad de decisión.
-          Aumenta tu capacidad de interrelacionarte.
-          Mejoras tu capacidad de adaptación.
¿Qué te parece?. No está mal, ¿verdad?. Siendo toda una experiencia a nivel turístico, a nivel personal es una delicia que os recomiendo totalmente. Evidentemente, tiene sus puntos negativos, como todo, la otra cara de la moneda, aunque suelen ser, contrariamente a lo que la gente piensa, más temas logísticos y económicos que afectivos o relacionales.
¿Qué desventajas puede haber?. A vuela pluma, la primera que se me viene a la cabeza es que a menudo pagas por una habitación doble siendo sólo una persona; o pagas un taxi/tuc-tuc tú sólo. Después un aspecto que puede ser anecdótico es cómo aparecer en tus propias fotografías. Yo que llevo la cámara réflex digital con un objetivo 18-270 mm. de Tamrom, pues como que hacérmela a mí mismo con una mano es imposible por el peso de la cámara. Así que tengo dos opciones: o busco un lugar para apoyar la cámara y me hago la foto con el temporizador o busco a alguien con una cámara parecida que pueda tener una ligera idea de cómo hacer una foto (a menudo sólo aprietan el disparador y ale… con resultados un tanto lamentables, pero bueno).
Claro, muchas veces desayunas, comes o cenas tú sólo. Ajá… ¿Acaso no lo hacéis estando en casa a menudo?. Y tanto. La única excepción seria la cena, que no es habitual ver a alguien cenando en solitario fuera de casa, pero desayunos y comidas… ¡a patadas!. Y ese temor nace de un prejuicio, del pensar: “pobre, no tiene con quién comer/cenar”… o “¿qué van a pensar de mí si me ven comer/cenar sólo?”. Bua… tonterías.
Y el tema más delicado sería el afectivo. No os negaré que en algunos momentos uno echa de menos los abrazos, los besos y la compañía de sus seres queridos, pero un ser que viaja en solitario no es un ser carente de afectos. Primero porque vas conociendo a otras personas que de algún modo pueden suplir esa pequeña carencia afectiva, con los que creas ciertas complicidades, te sientes aceptado, como uno más, como parte de un grupo y dejas de sentirte sólo. Por otro lado, las nuevas tecnologías facilitan una barbaridad recibir el afecto de tus seres queridos. Es muy fácil hablar por skype con la familia y amigos, enviar y recibir e-mails, recibir sms… estar en contacto, en definitiva. Y ese contacto permite sentir el afecto que tienen por ti. Aunque sea una paradoja, la lejanía ayuda a acercarte a algunas personas. Es aquello de que cuando notas a alguien lejos empiezas a sentir lo importante que es para ti. De igual modo, no es menos cierto que la lejanía ayuda a tomar perspectiva sobre algunos asuntos personales, ver quién se preocupa por ti, quién no se acuerda… y eso ayuda a tomar decisiones a la vuelta a BCN. Sin duda, para mí, los momentos que me arrancan una sonrisa, que me remueven por dentro, que me emocionan son aquellos en los que alguien te envía un sms o un e-mail y te dice: “te echo de menos”, “te quiero mucho”, “tengo ganas de verte”, “espero que vuelvas pronto para darte un abrazo”. Cuando alguien se acuerda de ti y te dice eso… ¿no es bonito?. Para mí es muy especial y lo valoro infinitamente. Y quienes no se acuerdan de ti (alguna sorpresa negativa también hay, por supuesto), te están ayudando a ubicarlos quizás en otro plano en tu vida. Así que tras todo este rollo a nivel afectivo-emocional, ¿dónde pensáis que debe ubicarse este aspecto, en el de ventajas o desventajas?. Casi os diría que en ventajas, vamos.
Tras esta extensa entrada y tras casi cuatro meses de viaje, hablando con conocimiento de causa: ¿te decidirás a viajar en solitario?. Espero que sí. No te arrepentirás nunca. Es tu vida, la de nadie más. Si tienes la oportunidad, hazlo. Olvida tus miedos o míralos a la cara, de frente, con valentía. Lánzate a la aventura. Los beneficios son tantos y tan importantes para otros aspectos de tu vida, que será una inversión en ti mismo. Sé egoísta, haz un viaje así y mejora como persona. Abre tu mente, cree en ti mismo, olvida tus prejuicios y déjate llevar.
Viajar es una delicia. Pruébalo. Sólo hay una contraindicación: se vuelve adictivo.
Disfruta y sonríe.
Un abrazo.

6 comentaris:

  1. Aupa Sergio, aqui Iñaki Barettini leyendo tu blog y esta entrada en la que no podias describir mejor la experiencia de un viaje en solitario. No sabes como te entiendo y hoy es uno de esos dias de imprevistos, de paradas no programadas en el camino, de reacciones encontradas y de tener que aprender a sobrellevar la frustracion. Leer tu post me ha ayudado a hacerlo
    Estamos en contacto amic
    Te dejo mi blog, por si no te acuerdas de mi apellido (es que casi nadie se acuerdaaa)
    www.inakibarettini.blogspot.com

    ResponElimina
  2. Kaixo, Iñaki!!!.
    Hoy no ha sido un día fácil, verdad?. Nuestra barca con el motor estropeado y que no arrancaba y vosotros que no os quieren llevar a Sam Neua... aysss.... habéis llegado ya?. Nosotros instalados en Luang Prabang, por fin, vuelta a la "civilización", jejeje... Estamos en contacto. Un abrazo.

    ResponElimina
  3. Bona nit!! Seguimos en Nong Khiaw, esperando un bus nocturno que nos han comentado que pasa sobre las 9 o 10 de la noche (ya veremos...) y nos llevara a Sam Neua. Y es que somos unos cabezotas, y no nos ha dado la gana de que nos tomaran el pelo de esa forma! Es lo que tiene tambien viajar con tiempo, que puedes hacer estas cosas y ver ¨que pasa¨, no? jajaja Seguimos en contacto, un beso

    ResponElimina
  4. Me ha encantado leer esta entrada, me alegra ver que hay gente que ve las cosas de otra forma. Un saludo!

    ResponElimina
  5. Los viajes son un momento de alegría y descubrimiento, una oportunidad para poder aprender cosas nuevas. Adoro Viajar Solo

    ResponElimina