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diumenge, 29 de desembre del 2019

Descubriendo Palestina


Belén (Bethlehem), Palestina, 29 de Diciembre de 2019

Estos 3 últimos días han sido interesantes.
Al día siguiente de nuestra llegada a Jericho visitamos la que está considerada "la ciudad más antigua de la tierra" con asentamientos humanos datados de hace más de 10.000 años.

Comenzamos visitando el Saint George of Khizoba Monastery a las afueras de la ciudad. Enclavado en un cañón, tallado en la misma montaña, este precioso monasterio bien merece una visita si estás por aquí. Tras unos minutos de bajada pronunciada (que luego había que subir) llegas a unas vistas impresionantes. Y cuando estás frente a la puerta, cerrada, hay que picar a la puerta para que te abran y poder visitarlo, aunque hay algunas zonas que no se pueden, obvio.


                                                         Saint George Monastery

Desde ahí subimos al Monte de las Tentaciones, donde se supone que Jesús resistió la tentación de Satán tras sus 40 días de ayuno. Se puede subir en teleférico hasta allí. El monasterio del Qurantul es sencillo y no es nada espectacular, pero las vistas desde sus balcones sobre Jericho y el Mar Muerto son impresionantes.


                                                               Qurantul Monastery

Bajamos caminando hasta el centro de la ciudad donde se encuentra Tel Al Sultan, donde hay que echarle muuuucha imaginación para interpretar asentamientos humanos de hace 10.000 años. Y más tarde, también caminando, llegamos al Hisham's Palace que podría haber sido espectacular de no ser porque su principal atractivo, unos mosaicos majestuosos, estaban cerrados al público por obras de restauración y protección.

Desde ahí, de vuelta a la Sami Guest House (100% recomendable como dice la LP) caminando y atravesando toda Jericho. Al final hemos hechos unos 14 km caminando...

De Jericho hemos venido a Belén (Bethlehem, pronunciado "Bezlejem" por ellos) y de casualidad hemos aparecido en la casa de Aman, un poeta palestino con decenas de obras a sus espaldas escritas en árabe. Trato amable, educado, se desvive por sus huéspedes, la casa a 10 minutos caminando del centro histórico de la ciudad, que es lo que visitamos el primer día aquí. Bethlehem es una ciudad enorme, pero su centro histórico es accesible y muy concentrado, por lo que en unas horas se visita todo, especialmente, claro, la Iglesia de la Natividad. Con unas pinturas murales preciosas y una estructura particular, construida, destruida  y reconstruida varias veces en su historia, es el punto de peregrinaje de miles de creyentes cristianos por albergar el lugar donde según la religión cristiana nació Jesucristo. Mención a parte la hora y media de espera, la desorganización en las colas, la aglomeración incluso peligrosa en algún punto... Pero bueno, incluso para un ateo como yo, visitarla tiene cierta emoción.


                                                           Iglesia de la Natividad

Nos pasamos la tarde paseando por Bethlehem, tomando un chocolate caliente y luego le pedimos a Aman si nos podían preparar comida casera palestina... Y su mujer preparó una cena con arroz, anacardos fritos, carne picada y pollo que fue espectacular.

Y hoy ha sido seguramente el día, en su conjunto, más sorprendente, rico en emociones, completo y complejo... Teníamos previsto ir al Monasterio de Mar Saba con Aman, a unos 25 km de Bethlehem. Y en el trayecto he comenzado a preguntarle por la situación en Palestina, cómo era su día a día, cómo se sentían, el futuro... Y el hombre se ha abierto tanto que nos ha encantado su sinceridad y todas las cosas que nos ha explicado, su familia, los poemas que ha escrito, etc.

El Monasterio de Mar Saba es precioso, enclavado en otro cañón pero inmensamente más grande que el de Saint George al lado de Jericho. He hecho un trekking de apenas 2 km por un sendero que llevaba a dos capillas algo más alejadas con unas vistas preciosas sobre el cañón. Y luego cruzando el río que baja por medio del cañón para tener una vista espléndida del Monasterio.

                                                   Frente al Monasterio de Mar Saba

Tras volver a él subiendo una escalinata de pendiente pronunciada, picamos a la puerta para poder visitarlo. Igual que Saint George of Khoziba este también es griego ortodoxo y tiene unas capillas con pinturas murales realmente excepcionales, preciosas. Además, se contempla el cuerpo momificado de San Sabas, del siglo V.

Si la visita al cañón, las vistas y el propio Monasterio son increíbles, no menos interesante fue la larga conversación con uno de los monjes ortodoxos residentes del Monasterio, nacido en Rusia. La conversación, super interesante, ha girado entorno a religiones (cristianismo, ortodoxos, judíos y musulmanes) y política. En esta parte se interesaba por la situación en Catalunya y me explicaba acerca de Rusia, Ucrania, etc. 

Tras salir de allí, Aman nos ha propuesto ir a visitar a Naji, miembro de la http://www.laylac-center.org. En el camino, Aman nos ha enseñado asentamientos israelíes, parte del muro de separación, nos ha explicado historias de su pueblo... y Naji es un actvista palestino comprometido con su pueblo, que lucha por su liberación nacional, coordinando voluntarios, contactando con diferentes asociaciones palestinas así como con representantes de otros pueblos oprimidos, su justificación de por qué no firmar acuerdos que les obligan a renunciar a sus propios derechos humanos, de cómo se sienten de algún modo alejados de su clase política, de su determinación incluso por encima del miedo a correr riesgos personales... Salvando las distancias, me he sentido taaaaan identificado con este hombre y con el pueblo palestino... Hemos estado allí algo más de una hora disfrutando de la conversación y padeciendo su fumar compulsivo.
Para ampliar información sobre Palestina, se puede visitar www.badil.org 

Un día que parecía como de transición, ha resultado ser el más interesante para mí, conversando con Aman, con el monje ortodoxo y con Naji. Esas cosas que pasan de vez en cuando...

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