Barcelona, 19 de Septiembre de 2.011.
188 días después de aquel 16 de Marzo. 188 días después de cerrar la puerta de casa y dejar, tras de mí, excusas, temores, anhelos, problemas, personas. 188 días después, vuelvo a pasear por Barcelona, mi Barcelona. 188 días después, con sus correspondientes noches, con todas y cada una de sus horas. Con su primavera. Y su verano. A las puertas, ya, de un nuevo otoño. Otro más, en un ciclo imparable e inevitable. 6.970 fotos después. Siempre podré decir que aquella primavera y aquel verano del 2.011, cumplí el sueño de mi vida: viajar, viajar, viajar… sin tiempo, sin destino fijo, sin prisa, sin agobios, sin obligaciones. Un viaje a algún lugar. Pero no a un lugar físico, sino a un lugar en lo más profundo de mi ser. Allá donde nunca había llegado nadie, ni tan siquiera yo.
Y estoy de vuelta. Ya estoy en casa. Y paseo por Barcelona. Mi Barcelona. Han pasado 188 días. Una eternidad. O un suspiro. A mí me parece muy lejana en el tiempo aquella mañana en el aeropuerto del Prat, con mi mochila y despidiéndome de mi madre, mi hermana, mi sobrina. Me parece tan lejano en el tiempo, que me parece otra vida. Desde entonces me han sucedido tantas y tantas cosas… he conocido a tantas y tantas personas. He visto tantos y tantos soles. He admirado tantos y tantos templos. He recorrido miles y miles de kilómetros. Y vuelvo a Barcelona. Mi Barcelona. Pero para ella, no parecen haber pasado ni dos días. Sigue igual. Igual como la dejé. Igual como la pensé. Y su gente. Todo sigue igual. Es como si el tiempo se hubiera detenido para ellos (vosotros) y si se borraran los meses anteriores y el 16 de marzo hubiera sido ayer mismo, sería igual. Para todos. Bueno, para quienes se casaron, no (¿verdad, amigos?). Ni para quienes perdieron a un ser querido (incluida mi familia). Tampoco para mi sobrina, Ainara. La dejé siendo una niña, con dos añitos recién cumplidos y vuelvo y parece una mujercita. Preciosa ella. Ha crecido muchísimo. En ella sí advierto cambios sustanciales. Los demás… igual.
Me monto en el metro. Las mismas caras. Las mismas prisas. El mismo agobio. Enciendo la tele: los mismos problemas, las mismas chorradas, la misma telebasura. Es ahora, más que nunca, cuando tengo la sensación de que alargué mi vida 6 meses, como si de un bonus extra se tratara. Un regalo, algo que no estaba planeado. Surgió la oportunidad y no la desaproveché. Y me crucé con personas extraordinarias que, espero, me enriquezcan en el futuro. De momento, Barcelona…
Todo sigue igual. Y no sé si eso es para bien o para mal. Al menos, sabré a qué atenerme, cuáles son las reglas del juego. Adiós a los viajes en autobús interminables. Al fried rice. A la noodles soup. A cargar con la mochila. A buscar alojamiento. A mirar la guía. A cargar con la cámara, hacer fotos. Adiós a la incertidumbre del “y mañana, ¿qué quieres hacer?”. He vuelto.
Y vuelvo cargado de energía tras este paréntesis en el que he crecido. Aún más.
Esta es la última entrada, al menos de este viaje. El siguiente viaje, si lo hay, no sé cuándo será. Ni dónde. Ni con quién. Hay planes, esbozos… pero nada que no pueda cambiar de un día para otro. En un segundo nuestra vida cambia y tú tienes que adaptarte. De momento, cierro este blog de manera temporal, hasta el siguiente destino.
Había pensado varias maneras de concluirlo… Por supuesto, agradecer a todas las personas que me escribieron, me animaron, me apoyaron, me hicieron compañía desde la distancia. Agradeceros vuestras palabras, vuestra preocupación, vuestro tiempo. Alguna de esas personas no se imaginan cuánto tengo que agradecerles. Empezando, cómo no, por mi familia. Gracias por entenderme y, aunque a regañadientes a menudo, apoyarme y preocuparos, solucionarme algún tema y teneros como hilo conductor de mi día a día.
A Gio y Vale. Fue una suerte cruzarme con este italiano de Brescia en tierras mexicanas, hace ya 4 años, ahora afincado en BCN desde el año pasado. ¡¡Grande, Giovanni!!.
Oswaldo… gracias por tus comentarios, gracias por tus ánimos y, gracias sobre todo, por todos estos viajes que hemos compartido juntos: México y Guatemala, India, Estambul, Tanzania y Zanzíbar, New York, Vietnam… Seguro que vendrán muchos más, amigo.
Verónica Galán: por tus mails, tus sonrisas, tus comentarios, tus ánimos… Y gracias por ser un corazón andante.
Martita: por esas conversaciones en MSN, por esos ánimos, por ese punto de vista tan original, por tu sensibilidad, por tu inteligencia, por las horas que hemos pasado “juntos”. Y por tu blog… ¡ánimo!.
Mon: contigo necesitaría una entrada completa. Seguramente eres la persona con quien más he hablado de mil cosas que luego me han sucedido, he pensado o he sentido. Simplemente decirte que es un placer haber compartido contigo tantas y tantas cosas pero, especialmente, tenerte a mi lado, en mi vida. Eres un tesoro y, como tal, te cuidaré.
Jordi Rius: por alguno de tus sabios consejos previos al inicio del viaje y que luego yo te sirviera de inspiración para tu viaje en solitario por India (tu blog, me encantó… espectacular, con ese punto de vista tan particularmente tuyo. Inimitable, tío).
Carlos: no esperaba que mi video te emocionara tanto, cabezón… Nunca sabes cuánto quieres a una persona hasta que no la tienes muy lejos de ti. Tras 26 años de amistad, me parece que sobran las palabras. Te quiero, amigo.
Isaac: que tú fueras el máximo goleador de las 24 h. indica el nivel que tenemos, jajaja… Ya tengo ganas de calzarme las botas y darte algunas asistencias (ya sabes: tú corres y yo te la paso). Gracias, nuevamente, por mantenerme al día de todo, enlaces a las fotos de las bodas, trofeos del fútbol sala y por no dejar de acordarte de mí en esos momentos que me hubiera gustado compartir con vosotros. ¿Tengo que entrenar a pádel antes de ir a jugar con vosotros otra vez?.
Miguel: tú cuidaste la choza y me hablaste más claro que nadie diciendo que me odiabas por viajar, ver, conocer, disfrutar… Me pensaré mucho eso de quedar un día a un café, jajajaja… Te pico un día en tu casa, que estás dos plantas debajo mío, jejeje.
Vanessa L.: ¿qué decirte?. Que tengo muchas ganas de verte y abrazarte. Que te debo mucho, especialmente tus palabras, tu coraje, tus ánimos, tu admiración… Es mutuo y, por ello, te quiero siempre en mi vida.
Saha: ¿qué decir del “guapo”, que se lleva bien con todo el mundo y todo lo que hace le sale bien?.Pues está todo dicho: que, como le dije a Valdi, es un placer viajar contigo, aunque cuando salimos a tomar algo tenga que decirte dónde está la mujer más guapa porque no ves tres en un burro de noche, jajaja… Menos mal que ya llego, que te veía perdiendo el rumbo, los papeles y hasta el apellido, nen. Las malas compañías…
Miquel: per a tu necessitaria, igual que com amb Mon, un capítol a part. T’admiro. Admiro la teva capacitat de fer sentir bé a les persones, la teva intel·ligència emocional… i et dono les gràcies per tot el que m’aportes a la meva vida, per tot el que m’has ensenyat i, sobretot, per estimar-me tal i com sóc, ajudar-me quan ho he necessitat i fer-me veure que la vida es pot pendre amb molta menys serietat. Tio, vigila a Luanda, que t’esperem a BCN. I quan tu facis algo semblant per sudamèrica… qui sap, qui sap…
Vicen y Dani: creo que tengo una deuda grande con vosotros (y con vuestras mujeres, claro) por no haber podido acudir a vuestras bodas. Espero poder compensarlo con una amistad a prueba de bombas. ¿Cuela?.
Roser: em fa por veure’t… l’abraçada aquesta gegant que vols fer-me’n potser em farà més mal que carregar la motxilla per Àsia durant mesos… Aix, petitona… jejeje… Gràcies per tot, per les teves paraules i per sapiguer mirar cap endavant, tot i les errades que un pot haver comés. T’estimo molt, ho saps, oi?.
Cañete: aunque nuestras ideas políticas sean taaaaaaaaaaaaaaan alejadas, el respeto siempre debe ir por delante pero, ante todo, nuestra amistad. Gracias por ser uno de los más fieles seguidores del blog.
Loli: tú y tus conversaciones por MSN. Tú y tus frases. Tú y tus historias… Gracias por hacerme reír tantas y tantas veces.
Joana: eres un regalo caído del cielo. En este caso, directamente al delta del Mekong. Gracias por estas semanas de contacto, por esa visión tuya tan particular, por esas palabras, por tu preocupación, por tus mensajes… gracias…
Y otros que también me fueron siguiendo: Fayna, Lia (quan fem el mojito i los natxos????), Ana Medina, Enrique M., Felipe N., Mónica G. (me alegro que te animaras a irte a Malasia sola), Susana C. (os llamo un día y comemos con Chelo, ok?), Marc S. (apuntat al mojito, noi!!), Sonia V. (¿cuánto hace que no nos vemos, Sonieta?),David (el amigo de un amigo que todavía no sé quién es pero me ha ido siguiendo), Carlos O. (amigo de Miquel… otro crack!!), Neus (en NY, de Ses Ferreries… gracias por seguirme. Ya sabes: envidia mutua), Iñaki y Elena (grande haberos conocido de viaje…), Elena (la de laaventuradepabloyelena… seguid disfrutando por Norteamérica!!), Mónica (mi querida vecina, seguramente la que más envidia me ha profesado, jeje), José F. (por alguno de tus mails ofreciéndome información y animándome a seguir, desde USA), Ceci y Gustavo (Argentina me esperaaaaaaaaaaaa), Rodri, Eva G. (tu catalán creo que es una buena influencia, jejejeje), Irene G., Tamar (¡¡esa barriguita cómo crece!!) Conxa V. (¡¡¡nos vemos pronto!!!) y otros excompañeros de Porce y todos aquellos con quienes me crucé en esta aventura, en alguno de estos maravillosos países del sudeste asiático, a las personas anónimas que llegaron a mi blog y a quienes me escribieron personalmente a mi correo para darme la enhorabuena o solicitarme alguna información… Personalmente, es cuando más satisfacción he sentido. Que tus familiares o tus amigos más cercanos sigan tu blog, no es tampoco un gran mérito (aunque nadie tenía ninguna obligación). Que lo hagan personas que son totalmente desconocidas, que inviertan su tiempo en leerte y, más aún, en escribirte provoca una sensación maravillosa, os lo aseguro.
Si me he dejado a alguien (fijo, vamos), que me disculpe… Y ahora, viendo la lista de personas que me siguieron, que me apoyaron, que me animaron, que de un modo u otro han esperado a mi vuelta… no os podéis imaginar qué feliz me siento por teneros a mi lado, por haberme sabido rodear de gente como vosotros y haber apartado aquellas amistades tóxicas que nada aportaban a mi vida, más al contrario. Soy inmensamente afortunado de tener amigos como los que tengo…
Finalmente, os dejo los enlaces a dos de mis canciones inspiradoras, en mi vida, en mi viaje… “La lluvia nunca vuelve hacia arriba” de Pedro Guerra y “Sin miedo” de Rosana Arbelo. Hablan, cómo no, de las oportunidades que se nos presentan en la vida, que quizás no vuelvan, de cómo aprovecharlas… y de vivir sin temor a nada, siendo valiente, mirando tu destino de frente. Os dejo los enlaces… y acabo con algunas de sus frases, que me parecen un hermoso canto a la libertad de vivir nuestra vida como deseemos.
“La lluvia nunca vuelve hacia arriba”, Pedro Guerra:
“ Y si estuviste ahora y luego no estás,
y nunca más te vi y no fui nada en tu vida…
y si no dudas todo puede pasar,
y si no pasa siempre sana la herida”
“No pienses tanto lo que debes hacer,
que el tiempo corre y luego es ave perdida,
la lluvia nunca vuelve hacia arriba...”
“Sin miedo”, Rosana Arbelo.
“Sin miedo sientes que la suerte está contigo…”
“mejor vivir sin miedo…
Sin miedo, lo malo se nos va volviendo bueno…”
“las manos se nos llenan de deseos,
que no son imposibles ni están lejos,
si somos como niños, sin miedo a la ternura,
sin miedo a ser feliz”
“haciendo a cada paso lo mejor de lo vivido”
“sin miedo a la locura,
sin miedo a sonreír”
Si te he hecho sonreír. Si te he hecho reír. Si te he hecho pensar. Si he conseguido que mires tu vida con otros ojos. Si te he hecho viajar con tu mente, imaginar, cerrar los ojos y trasladarte a miles de kilómetros… Si he conseguido captar tu atención, que inviertas tu tiempo (eso tan preciado y tan desaprovechado llamado “tiempo”), tus energías y hasta tus horas de sueño en leerme… Si he conseguido que sigas mis disertaciones, mis relatos, mis sentimientos, mis pensamientos, mis anhelos, mis temores, mis deseos… Si he conseguido compartir una parte de todo ello contigo, eso me hace feliz. Ojalá haya podido trasladarte aunque sólo sea una pequeña parte de mi optimismo, de mi positivismo, de mi ilusión por vivir, conocer, descubrir… Ojalá haya podido transmitirte lo afortunados que somos por vivir como vivimos pero, sobre todo, por vivir, fuente de la que manan el resto de aspectos vitales. Y tú, amigo/a, también vives. Es lo más preciado que tienes. ¿Vas a desaprovecharlo?.
Pues eso: no desaproveches oportunidades, no malgastes tu vida y vive sin miedo a ser feliz. Nos vemos en el siguiente destino, sea cual sea… y si tú quieres, por supuesto.
Enormemente agradecido…
Sergio Rodríguez Cobos.