Contacta conmigo.

Escríbeme a: sergi_rodco@hotmail.com (en el asunto haz constar "Blog").

diumenge, 26 d’agost del 2018

Enlace a las fotos de USA

Barcelona, 26 de Agosto de 2018

Aquí dejo el enlace a algunas de las fotos más bonitas de este viaje por USA, por si tienes curiosidad...

https://www.facebook.com/media/set/?set=a.10155703608933201&type=1&l=14129d3cca 


La última semana en USA.

San Francisco, 14 de Agosto de 2018

La última semana en USA fue muy intensa (tanto que escribo esto ya en BCN, esbozado en SFO). Tanto, que apenas hemos tenido tiempo de respirar y menos aún de escribir y actualizar el blog.

Tras la excursión a Blanding, llegaron los dos platos fuertes de este viaje: Monument Valley y el Cañón del Colorado, esta vez desde la vertiente sur al atardecer.

La visita a Monument Valley te transporta a las viejas películas del Far West: formaciones rocosas singulares, arbustos, arena rojiza, sensación de terreno inexplorado... No nos atrevimos a meter nuestro Chevrolet Camaro por aquellos caminos de tierra, a riesgo de cargárnoslo, aunque debemos decir que muchos turistas meten sus coches por caminos que dan miedo para el coche. Así que barajamos la posibilidad de hacerlo en caballo o en un 4X4 con guía navajo.
Finalmente, optamos por el 4X4, con un tour de 2'5 horas, nosotros dos solos con un joven navajo que nos hablaba de las tradiciones de sus ancestros, de la relación con los anasazi (sus predecesores) y de cómo se van perdiendo algunas costumbres ancestrales de este pueblo. Tenía un punto de tristeza escuchar su relato...

                                                             Llegada a Monument Valley

El recorrido, espectacular, sin duda alguna. Ah, pagamos 85 $ cada uno por ese recorrido, pero me parece que bastante bien invertidos porque estar en paisajes de postal totalmente solos, sentir bajo tus pies la grandeza de la nación navaja, con cielos envolventes, montañas mágicas, un cielo azul espectacular... fue impresionante!!

De ahí ya tiramos para Flagstaff, desde donde visitaríamos el South Rhim del Grand Canyon. En esa agradable ciudad, salimos a cenar con un ambiente bastante agradable (no en vano, es ciudad universitaria), aunque siendo verano supongo que había menos gente de lo habitual. La anécdota fue cuando al querer entrar en una sala de conciertos nos pidieron el pasaporte aduciendo que lo pedían a todos los menos de 30 años... "vale, gracias por el cumplido, chaval". Y yo esa noche tenía el pie muy mal, así que el rato de caminar fue un suplicio.

La visita a la parte sur del Gran Cañón, otra vez, impresionante. Seguramente, menos impactante que en el North Rhim, porque además hay mucha saturación de gente (80-20 en el sur, respecto al norte), pero merece ser disfrutada con calma, buscar puntos alejados de la masa de gente, sentarse en algún risco y disfrutar del cambio de las tonalidades en la roca. Este era uno de los grandes motivos del viaje y no decepciona en absoluto.

                                                               Grand Canyon, south rhim
          
Medio en broma, medio en serio, aquella noche nos planteamos variar completamente la ruta. Dado que no habíamos podido visitar Yosemite NP por los incendios y habíamos ganado un día en Zion NP, teníamos ahí un pequeño colchón de tiempo y nos plantemos llegar a Yellowstone... era volver a San Francisco pero en vez de desde la parte sur (San Diego, Los Angeles, Big Sur, etc.), desde el norte, pasando por Salt Lake City... y lo que fue un comentario medio en broma, a puntito estuvo de convertirse en realidad. Pero lo descartamos porque la paliza hubiera sido de traca.

Así que al día siguiente partimos hacia San Diego, desde Flagstaff y pasando por Joshua Tree NP. Es un parque nacional curioso de ver, pero tampoco esperéis gran cosa... Llegamos a San Diego tarde, muy tarde y nos pasamos el día en la carretera.

San Diego ha sido la ciudad más agradable de las 4 grandes (San Francisco, Las Vegas, San Diego y Los Angeles) que hemos visitado. Tiene un centro agradable para el paseo, un bonito paseo marítimo, un ambiente relajado, gente amable, bonitos restaurantes...La anécdota fue que a la vuelta de nuestra visita a la ciudad, de noche, Valdi se desorientó un poco y desconfiaba de mi sentido de la orientación, así que me hizo sacar el móvil para mirar el google maps. Se acercó tanto, de noche, mirando mi móvil, que se chocó contra una señal de stop que se había interpuesto en su camino...

Los Angeles es decepcionante a más no poder. La meca de Hollywood, del glamour y demás, con campamentos de homeless junto a Venice Beach... Es bonito el atardecer desde el Pier de Santa Mónica, pero poco más. El centro histórico se recorre en 15 minutos sin grandes atractivos. Y Hollywood boulevard es un producto del marketing puro y duro. Como nos sobraba media tarde, decidimos ir a recorrer Berverly Hills y sus mansiones con nuestro Chevy Camaro. Eso sí que son mansiones y no las que hay en Pedralbes... mare meua!!. Flipante. Le dije a Valdi que como pusiéramos un pie en el suelo saltarían las alarmas...

                                                                           Venice Beach

De camino a Santa Bárbara, pasamos a visitar a Jordi Ortega, a quien yo no veía desde hace como 22 años... Nos pusimos un poco al día, nos preparó deliciosa comida de estilo iraní, algo de picar, nos puso al día de la situación en USA... siempre son agradables estas sorpresas!

Santa Bárbara sí es un sitio que merece la pena. Aunque carísimo (en la línea de todo USA), es una ciudad que, salvando las distancias, me recuerda mucho a Antigua Guatemala: casas bajas, algún edificio colonia, buena convivencia de turismo y vida local... ya digo, salvando muuuuucho las distancias. Cuando cenábamos en el muelle, resulta que Eric y Helena (él es compañero de trabajo y venían dos días por detrás de nosotros, con una ruta casi calcada) estaban también por allí, así que nos encontramos y compartimos ya varios momentos del viaje.

Al día siguiente, tras desayunar, nos dirigimos a la Big Sur. Nuestra idea inicial era hacerla en dos días, con una parada en San Luis Obispo, pero Eric y Helena nos comentaron algo que no nos habíamos planteado: el avistamiento de ballenas en Monterey. Y como somos mucho de adaptarnos y flexibilizar, pues eso hicimos: un día para la Big Sur y avistamiento de ballenas en Monterey!

La Big Sur es la carretera que va por la costa, entre San Luis Obispo y Carmel by the Sea. Conduces junto a acantilados de belleza extraordinaria, con el sol poniéndose en el horizonte, ves una reserva de elefantes marinos, alguna playa preciosa (ni de lejos como las de la Costa Brava, también os lo digo), etc... nos faltó algo de tiempo para visitar alguno de los pequeños parques estatales que tienen por allí... pero es que se nos hizo muy tarde. Llegamos a Carmel by the Sea muy tarde, lo justo para cenar unos ramen calentitos (habíamos pasado incluso algo de frío) y luego a buscar alojamiento. Tras preguntar en varios sitios, sin resultado positivo alguno, eran las 23 h. y nos encontrábamos ya en situación semidesesperada... así que aparecimos en un lugar cercano ya a Monterey por el que pagamos la friolera de 400 $ la noche para los 4. Una sangrada importante.

                                                                       Big Sur

Y al día siguiente uno de los momentos TOP del viaje, de manera improvisada: el avistamiento de ballenas. Aunque sólo vimos las ballenas jorobadas y no vimos ni azules ni orcas, ni tampoco delfines, ver esas ballenas, muchas rodeadas de decenas y decenas de leones marinos, pelícanos, etc... y de tan cerca, como salían a respirar, las aletas, etc... brutal!!. Y no había ni una ni dos, sino decenas!!. De lo mejorcito del viaje, vamos.

                                                            Ballenas en Monterey

De ahí ya a Standford, donde dormimos en casa de Tamar y Natxo, aunque él no estaba. Hacía años que no la veíamos y ahora con los 3 peques, entrañables... Otra sorpresa improvisada!!

Finalmente, el último día, vuelta a San Francisco, visita al barrio de Castro (que te reconcilia un poco con la idea previa que tienes de la ciudad) y la visita a Alcatraz... que está bien, pero piensas que es mucho más. La isla y la prisión han salido en tantas películas, que a veces tienes la sensación de que ya has estado ahí antes.
Viendo las celdas, recordé a nuestros políticos encarcelados injustamente y sin juicio por el gobierno fascista español. Gente inocente en celdas que serían parecidas a estas por la maquinaria de la dictadura española. Asco máximo... Cierro paréntesis político. Y si no te gusta lo que digo, deja de leer, que me importa bien poco que lo hagas si así piensas.

De hecho, ya he acabado... jajaja...

Un viaje que teníamos pendiente y que salió (casi todo) a pedir de boca.


dimecres, 8 d’agost del 2018

Experiencias, encuentros e improvisaciones.


Flagstaff, 6 de Agosto se 2018

En la anterior entrada, finalizaba hablando de la visita a la Nación Navaja.

Luego me di cuenta de que no había comentado nada de Sequoia National Park ni Death Valley... A ver, están bien, pero claro, viendo luego Grand Canyon y Monument Valley, pues los anteriores se quedan empequeñecidos. Están bien, especialmente Death Valley (donde llegamos a los 51 grados), pero tampoco matan. Y Rhyolite ghost town, totalmente evitable.

La carretera de Jacob Lake a Page, como dos horas de camino, es, sencillamente, brutal. La sucesión de curvas, descensos, llanuras que se abren infinitas ante ti, rocas que cambian de color si les toca el sol, carreteras recortando el horizonte... Creo que, junto a la Mount Carmel Highway entre Zion NP y Jacob Lake, de lo mejorcito en cuanto a paisajes.

Antes de llegar a Jacob Lake, parada en Horseshoe Bend, en Marble Canyon, tocando ya Page. Los caprichos de la naturaleza otorgan esas formaciones espectaculares en forma de herradura, por donde el Río Colorado ha ido moldeando a su antojo un cañón increíblemente fotogénico. Eso sí, desde el parking hasta la zona de visita, hay como 700-800 metros que con un calor infinito se hacen algo durillos: subidas, bajadas, arena de desierto... De hecho, en la entrada dicen "calor extremo. Obligatorio una botella de agua por persona". Valdi y yo llevábamos 1/4 de litro para los dos...

                                                                   Horseshoe bend


En Page hicimos nuestra primera lavandería. También pudimos descansar un poco y nos comimos unos filetes de carne espectaculares.
Al día siguiente teníamos la mañana libre, así que Valdi insistió en ir al Lake Powell, que le habían recomendado dos chicas de BCN que conocimos desayunando en este motel. Y sinceramente, estuvo bien ver un lago en medio del desierto con un resort, yates, etc.

Por la tarde, visita a Antelope Canyon. Una vez más, la suerte se alió con nosotros. Teníamos la visita a las 17:30 y como llegamos con tiempo, preguntamos si habría luz suficiente en el cañón para hacer fotos. Nos dijeron que muy poca, pero que si queríamos, nos metían en el grupo de las 16:30. Y ahí que nos fuímos corriendo. Y menos mal, porque en algunas zonas del cañón ya a esa hora entraba poca luz. Ni que decir tiene que es una maravilla geológica que habréis visto en fondos de pantalla de vuestros teléfonos u ordenadores. Y ciertamente bien explotado por los navajos... 


                                                                 Antelope Canyon

Como acabamos relativamente pronto, nuestro siguiente destino era Kayenta, para visitar al día siguiente Monument Valley, lo que la mayoría conocemos de las películas del Far West: aquellos paisajes de arena roja, arbustos bajos, montañas rocosas, llanuras infinitas...

Pero esta vez hubo un pequeño inconveniente: en Kayenta sólo había dos lugares para alojarse (que tenían pinta de caros, además) y cuando llegamos ya no tenían habitaciones. Tras entrar en el segundo, salir y decirle a Valdi que volviéramos a entrar a ver si nos podían recomendar algún sitio, resulta que Valdi se encuentra con Jordi, un compañero de trabajo en la Universidad. Unos días antes le dije: "tengo la intuición de que me voy a encontrar a alguien conocido". Al final no fuí yo, sino él... Como aquella vez que visitando el Taj Mahal en India, me encontré con una compañera de universidad. El mundo, siendo tan grande, es tan pequeño...

Pero teníamos pendiente el tema de dónde dormir... La opción "dormir en el coche" volvía a estar sobre la mesa. Empezamos a mirar... Mexican Hat, Bluff... A tope... Blanding... Mira, aquí sí hay sitio. El tema es que está a 150 km de distancia. Quién dijo miedo!!! Ahí estábamos cruzando Monument Valley en noche cerrada hacia Blanding. A medio camino: el aire acondicionado parece que no funciona... Uffffff... Pero oye, mira qué cielo tan espectacular!!!
"Valdi, voy a parar que quiero ver este cielo estrellado". Él, que vive en La Orotava, lo ve normal pero a mí me fascina... Y cuando paramos en un saliente de la carretera, ambos recordamos aquella noche en la reserva de Si'an Kaan en México, cuando salimos a ver el desove de las tortugas gigantes bajo un manto de estrellas que es de los cielos más impresionantes que he visto nunca... Bueno, el del desierto del Thar en India, el estrellado del Serengeti o el de Wadi Rum en Jordania tampoco estuvieron mal... 

Ni qué decir tiene que llegamos a Blanding algo más que exhaustos... Pero al día siguiente nos esperaba uno de los platos fuertes del viaje: Monument Valley.

diumenge, 5 d’agost del 2018

Las Vegas, Zion NP y amanecer en el Grand Canyon

Flagstaff, 5 de Agosto de 2018

Estos últimos días han sido frenéticos, con muchas visitas a parques nacionales, kilómetros y kilómetros de carreteras, moteles, casualidades, imprevistos...

Voy a intentar explicar algunas cosas en dos entradas separadas, que si no se haría esta larguísima.

Desde que salimos de Las Vegas dirección a Zion NP, todo ha sucedido muy rápido. El mismo día hicimos el camino a Zion NP (3 horas de coche), la visita al parque y llegada a Jacob Lake.

En Zion NP yo quería hacer el Angels Landing Trail, que es de cierta dureza, con vistas maravillosas, salvaje... Pero dos condicionantes lo impidieron. Como la noche anterior estuvimos paseando por Las Vegas y yo me entretuve haciendo fotos (espectaculares) nocturnas de la ciudad, llegamos tarde al Excalibur (donde nos alojábamos). Así que despertamos a una hora prudente, más el camino a Zion, total que ya era muy justo para que hiciera el Angels Landing. Pero la puntilla viene por el hecho de que he comenzado a tener molestias en mi pie izquierdo. Empiezo a cojear. Y no tengo ni idea de qué ha pasado: no recuerdo ningún golpe, torcedura, mala postura del pie... Así que es algo que me limita un poco ahora mismo.

Por cierto, Las Vegas es la Sodoma y Gomorra de nuestros tiempos. Todo vale, aquí. La ciudad de los excesos. Los pecados capitales en cada esquina: gula, avaricia, lujuria, pereza, ira, envidia y soberbia. Hay lugar para todos ellos en esta ciudad de excesos. 
No dejas de ver estampas realmente increíbles y contrastes chocantes. Igual ves una limusina que un homeless (sí, también los hay en Las Vegas). Igual unas chicas despampanantes vestidas de policía y escotadas para hacerse fotos contigo (y que les pagues, que ya me dirás qué mérito tienen esas niñas a parte de llevar poca ropa) como un tipo embutido en un traje de La Guerra de las Galaxias (debes estar a punto de entrar en combustión, chaval). Alcohol en la calle, granizados enormes de todos los sabores posibles, personas con el taka-taka, abuelos y abuelas jugando a las máquinas tragaperras, mujeres buscando clientes ("esa no nos sonríe porque seamos guapos, Valdi"), casinos donde pierdes la noción del tiempo, calor sofocante, escaleras mecánicas y pasarelas para cruzar las calles, espectáculos de todo tipo (de magia, de circo, conciertos...)... En definitiva, ya sé qué es Las Vegas. Sin más.


                                                                    Las Vegas, sin más.

Vuelvo a los parques nacionales, que son mucho más interesantes.
Tras Zion NP, el siguiente destino era el Grand Canyon en su vertiente norte. Tras conducir algo menos de un par de horas, sólo nos quedaba Jacob Lake para encontrar alojamiento. De lo contrario, yo ya sugería dormir una noche en el coche (no es broma). Y resultó que en Jacob Lake hay un alojamiento para hacer acampada o con cabañas en un bosque precioso. Pudimos descansar lo justo para pegarnos el, hasta ahora, madrugón del viaje: despertar a las 3:45 para ir a ver el amanecer en Grand Canyon, que sería sobre las 5:35. Desde Jacob Lake hasta el North Rim de G.Canyon hay casi una hora de coche, que siendo en medio de bosques, de noche, sin luces en la carretera y con ciervos cruzando a cada instante, pues es entretenido. Y Valdi se me duerme en el coche (no ha dormido mucho esta noche pero esa es harina de otro costal)...


                                                                 Zion National Park

Llegamos al North Rim del Grand Canyon y tras coger el sendero detrás del lounge, empezamos a admirar lo que nos espera: una auténtica maravilla de la naturaleza. El sol se intuye tras una loma, comienzan a tomar color y forma las aristas del cañón, sus caídas verticales, los cortes en la tierra. El cielo torna en naranja, en rojizo... El azul se apodera más allá. Hay poca gente, cuento unas 15-20 personas... Hacemos fotos, nos encaramamos a riscos, salientes. Silencio. Luces. Sombras. Preparo el trípode y disparo una y otra vez tratando de captar la esencia, la inmensidad, la dimensión de esto que es muy cercano a la magia. Realmente, un momento especial en el viaje.

He amanecido en muchos sitios en mis viajes: frente a la cordillera de los Himalayas, en Petra, en una faluca en el Nilo, en la sala hipóstila del templo de Karnak, frente al Taj Mahal, en una playa paradisíaca de Koh Phangan,... Pero sin duda alguna, amanecer en el Grand Canyon formará parte, desde ya, de las experiencias más bonitas que he vivido en mis viajes en cuanto a amaneceres se refiere.

                                                             Grand Canyon, north rhim
                     

Y de aquí, camino a la Nación Navaja: Horseshoe Bend, Page, Antelope Canyon y Monument Valley...

Next chapter.

divendres, 3 d’agost del 2018

Ensoñaciones y, nuevamente, el mundo tras una ventana.


Page, Arizona, 2 de Agosto de 2018

Los que me seguís desde mi aventura asiática recordaréis una entrada donde hablaba de cómo me gustaba viajar en autobús/tren y ver el paisaje cambiante de los lugares que recorres.

(Aquí puedes releerla...
           
http://dondeestasergio.blogspot.com/2011/06/traves-de-una-ventana.html?m=0    )

Esta quizás suene similar. En realidad, probablemente sea la misma. O quizás sólo sean mis sensaciones. Simplemente quería compartir ideas, pensamientos, sentimientos, sensaciones, impresiones, reflexiones...

Desde que recogimos nuestro Camaro en San Francisco, Valdi y yo alternamos la conducción. Es curioso, porque el tío me decía que tampoco quería conducir mucho y que como a mí me encanta conducir, si yo quería lo llevaría la mayor parte del tiempo. Ay, amigo!!! Pero cuando pruebas el caviar ya no quieres volver a las lentejas... fue conducir en el trayecto entre Sequoia NP y Bakersfield y ahora se nos ha enamorado del coche y de conducir en automático por estos lares. Hasta el punto que está siendo objeto de intensas negociaciones cada vez que hay que viajar en coche...

La parte positiva es que me permite contemplar el paisaje: un ojo en el mapa de carreteras y otro en la ventana y el paisaje que se va extendiendo al otro lado. 

El trayecto Bakersfield a Death Valley tuvo su momento mágico... los dos callamos (en mi caso es relativamente fácil, a él le cuesta más) y en ese silencio, empecé a tener esas snsaciones indescriptibles cuando recorres un país, ahora USA. Las llanuras inabarcables se extendían a un lado y otro de las carreteras kilométricas, cambiaba el paisaje, los tonos ocres se apoderaban del mismo, un gran parque eólico salpicaba estas lomas, las torres de alta tensión que se integran en el horizonte, el punto de fuga... Las montañas nos envuelven, las acariciamos, las sentimos. Enormes trailers se desplazan junto a nosotros, ante el mismo escenario de fondo, pero seguro que otras sensaciones completamente diferentes. El asfalto, negro. Las líneas de la calzada, amarillas. La tierra, rojiza. Una amalgama cromática agradable.

Suena "I got you" de Jack Johnson y se hace el silencio en el coche... 

https://youtu.be/dBWFUVq85gs 

Miro por la ventana, Valdi conduce y me transporto a un estado de ensoñación.... Pienso, inspiro.... Disfruto la sensación de ver el paisaje pasar delante nuestro. O somos nosotros los que pasamos delante del paisaje. Qué más da... Arbustos. Casas que salpican el paisaje... Caminos que se fugan en el horizonte y nos engullen.

La temperatura sigue subiendo. 
Suena "Let her go" de Passenger....

https://youtu.be/RBumgq5yVrA 

... y me transporto a aquel momento donde estaba presente en tu vida, pero ya no estaba en tu Destino. Una metáfora del viaje, de la vida... Por mucho que haya lugares donde te quedarías más tiempo, donde dejarías que cayeran las horas, una tras otra, sabes que debes seguir adelante para conocer otros rincones, otras miradas, otras sensaciones....

Jake Shimabukuro con una versión acústica de Mrs.Robinson...

https://youtu.be/4tHuFnHq3_E 

.... pura poesía para los oídos, magia en nuestros sentidos...  y sí, son esos momentos en los que uno disfruta tanto que consigue conectar puntos en su vida que aparecían inconexos, como decía Steve Jobs...

Rumbo a Arizona...

dimecres, 1 d’agost del 2018

San Francisco: sombras y luces

                    Las Vegas, 31 de Julio de 2018

Desde hace años que teníamos este viaje pendiente. Lo planteamos estando en la India, pero acabamos en Tanzania y Zanzíbar. Se volvió a plantear estando en Tanzania, pero como yo me fuí a Asia, lo postpusimos para visitar Vietnam. En Vietnam, se volvió a plantear la costa oeste de USA, pero como me fuí a trabajar a Sudán del Sur, mis amigos acabaron en Sudáfrica y Mozambique. Así que este viaje llevaba años cociéndose a fuego lento. Y cambian los compañeros de viaje, pero ahí sigue Valdi.
Yo tengo algunas dudas en volver a viajar acompañado, después de haber hecho mis últimos viajes en solitario (viajo genial así), pero con él ha habido un buen entendimiento en general, así que repetimos...

USA here we go!!

Estos primeros días aparecen salpicados de anécdotas, sorpresas, toques de fortuna y alguna que otra decepción. 

Estando en la cola de facturación del Prat, nos preguntan si hemos tramitado la ETA, que es como la ESTA pero para Canadá. Y nos dicen que si no la tenemos, no nos facturan. Nadie nos había avisado, así que la tenemos que tramitar online in extremis. Justo cuando nos toca facturar, finalizamos los trámites y nos llega el mail de confirmación... Uyssss... Empezamos bien!!

El viaje, con escala en Montreal, se hace larguísimo: 8 horas BCN-Montreal y 6 horas Montreal-San Francisco. La sorpresa negativa viene en el segundo vuelo de Canadian Airlines que no nos dan ni un tetempie. Lamentable. Así que entre que el vuelo se retrasó, los trámites en la aduana canadiense, el cambio de hora y demás, acabamos por no comer en casi 24 horas...

La llegada a San Francisco fue extraña. Al haber pasado la aduana en Canadá, no pasamos ningún control de entrada a USA, así que siguiendo las indicaciones para recoger el equipaje, nos encontramos que casi estábamos en la calle ya... Y no encontrábamos la cinta de equipaje de nuestro vuelo!! Muy mal señalizado el aeropuerto y nosotros que no dábamos crédito a no pasar ningún control de entrada en USA. 

Pudimos coger el último Bart (metro) entre el aeropuerto y la City con la llegada al Civic Center a altas horas. Ya en el metro empezamos a ver la otra cara de SFO: los homeless. Y en el barrio donde habíamos reservado el hotel, calle Leavenworth, ya el summum. Sin exagerar, en cada manzana podía haber del orden de 8-10 personas que viven en la calle. Y en muchos casos ya ves que son seres marginales en la sociedad: medio drogados, fumados, sin dientes, ropa rota, durmiendo entre cartones, medio borrachos... Es una mezcla de tristeza, respeto, alerta, frustración... Sé de mucha gente que no pasaría por estas calles de noche. La realidad es que están en su mundo y tú eres para ellos casi tan invisible como ellos suelen ser para la sociedad. Pero pensándolo fríamente, es muy triste ver hasta dónde llega la degradación del ser humano a nivel individual y el fracaso de la sociedad cuando permite estas cosas. Aunque no sé de qué me extraño, si en Europa dejamos morir a seres humanos en el Mediterráneo simplemente porque no son "de los nuestros". A veces la especie humana me provoca náuseas, os lo prometo.

El hotel era regulín... Pero vamos, en peores plazas hemos toreado. Baño compartido, cucarachas, olor a marihuana y homeless a punta pala. Quién dijo miedo!!!

A la mañana siguiente tras un sueño reparador, nos fuimos en búsqueda de un coche de alquiler para salir al día siguiente. Y tras visitar varias agencias, empezamos a inquietarnos: o no tenían coches para alquilarnos o nos pedían a partir de 1200$ por unos 15 días. Y Eric (compañero de trabajo que viene por aquí también estas semanas) ya lo había alquilado por unos 500$. Finalmente, tras varios intentos, llegamos a una agencia y mientras esperábamos empecé a realizar la reserva online en esa oficina. Nos dejó llegar hasta el final y conseguimos un coche por 643$. Visto lo visto, si nos dan una cafetera con ruedas, la cogemos también...

                                                         Golden Gate, nubladísimo

Solucionado el tema transporte, nos vamos de visita por la ciudad. A ver, la primera impresión de SFO fue nefasta, sinceramente. Muchas veces las cosas hay que tomarlas con perspectiva y creo que de aquí a unos años , cuando alguien me pregunte por esta ciudad, recordaré tres cosas: los homeless, el olor a marihuana en muchos sitios y el frío que pasé visitando el Golden Gate Bridge. 
Lo principal lo puedes ver en un día: Chinatown, Little Italy, Lombard Street, Fisherman's wharf con sus leones marinos... y de ahí varios kilómetros caminando hasta el Golden Gate, con frío intenso y este semioculto tras un manto de niebla que lo deslucía bastante... Es cierto que hay algunas zonas que te reconcilian con tus expectativas iniciales, pero en general, decepción es lo que sentimos Valdi y yo. Quizás, y esto lo hemos hablado los dos muchas veces, el hecho de haber viajado tanto, hace que el umbral de asombro sea muy elevado y eso es un hándicap. Para el último día, antes del vuelo de vuelta, dejamos Alcatraz y espero que podamos visitar también el barrio de Castro.

                                                               Lombard Street

                                            San Francisco (la ciudad), yo no soy santo.

Como anécdota, estando en Chinatown, me pongo en un banco a cambiar de objetivo de la cámara y se acerca un homeless en actitud agresiva. Creo que tenía demencia, por su forma de comportarse. Un hombre de 1'80, aproximadamente, barba, sin piezas dentales, gritando y acercándose por la espalda... Valdi me avisa gritando y me giro. Al ponerme delante de él sin tirarme atrás, se frena... retrocede y coge un cono (no me preguntéis qué hacía un cono en una plaza peatonal de Chinatown), lanzándomelo desde unos 4-5 metros, y cayendo este a mis pies... Me lo miro y pienso "pobre hombre"... 

El domingo 29, a las 9, vamos a recoger nuestra cafetera con ruedas, que era a lo que aspirábamos. Tras pagar y firmar, nos dicen que ahora nos sacan el coche y... Tachánnnnnn!!! Un Chevrolet Camaro negro!! Un deportivo chulísimo que para dos es ideal. Así que ahí que nos vamos: nos esperan parques nacionales, ciudades, cañones, kilómetros de carreteras por delante, experiencias, anécdotas.... Vida!!!.

Salimos de SFO rumbo a Sequoia National Park ayudados por el GPS y luego vamos al mapa de carreteras tradicional, el de papel... USA se abre ante nosotros...