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diumenge, 26 de juny del 2011

Lo que no crece, ¿mengua?.

Sukhotai (Thailandia), 26 de Junio de 2.011
Las personas utilizamos, frecuentemente, expresiones o maneras de entender lo que nos rodea de una manera un tanto peculiar. Y una de esas expresiones se refiere al ciclo de los hechos que acontecen. Y estos ciclos, siendo extremadamente simplistas, se reducirían a crecer o menguar. Así, la luna o crece o mengua. Cuando uno trabaja (entiéndase como jornada laboral la más usual de lunes a viernes) uno dice que es lunes o martes, que ha trabajado ya uno o dos días… pero una vez pasa el miércoles a menudo decimos: “me faltan 2 días o sólo un día para el fin de semana”. Con las horas, lo mismo. Son las 15.25 h. o las cuatro menos cuarto, pero rara vez decimos las tres y cuarenta y cinco. Sería algo así como el ecuador de los hechos, los ciclos, los acontecimientos. Actualmente llevo 103 días de viaje, que se dice pronto. La idea inicial eran 180 días, ergo… lo que no crece, ¿mengua?. He ahí la cuestión. Si vuelvo a mitad de septiembre, como estaba previsto, es obvio que ya he sobrepasado el ecuador de mi viaje y ahora, inconscientemente, dejaría de contar sumando (llevo un mes de viaje, llevo 40 días de viaje o llevo 2 meses y medio de viaje) para expresarme en términos parecidos a: me faltan 2 meses para volver a casa, sólo me quedan 15 días de viaje o expresiones similares.
Actualmente tengo la duda de cómo expresarme, pues no sé si mi viaje sigue creciendo o comienza a menguar. En las últimas semanas he conocido a mucha gente y me siento muy cómodo en el papel este de viajero itinerante. Bueno, para ser exactos, tal y como les dije a Eli y Dani, no me siento como un viajero, sino que siento como si viviera en movimiento. Sí, podéis pensar que es lo mismo, pero hay pequeños matices. Por ejemplo: el viajero quiere ver todos los sitios posibles en un espacio de tiempo determinado. Pero yo no siento eso. Es más, en algunas ciudades descarto voluntariamente ver todo lo que se podría ver, aún teniendo casi todo el tiempo del mundo. No, no es mi intención en absoluto verlo todo. Como bien me apuntó Elena, cuando viajas un tiempo, el ritmo se ralentiza y hay días en los que no te apetece moverte. Efectivamente, hay días en los que tu única misión es descansar, tomar un café sentado en una agradable terraza, conversar con alguien que hayas conocido o gente local, leer la prensa, ver fotos o alguna película… Por tanto, aunque algunos se me tirarán al cuello, hay días en los que te apetece descansar del viaje. Sí, sí… viajar también es cansado. Claro, todos preferimos cansarnos de esta manera, pero no es tampoco una actividad relajada: carga con mochilas, camina horas bajo un sol de justicia, regístrate en cada hotel, deshaz mochila, negocia prácticamente todo, aguanta a algunas personas pesadas, viaja horas y horas en autobuses, ferrys, tráfico intenso, mosquitos… pues sí, no es trabajar, está claro, pero también es cansado. Ah,… y luego está el tema de estar tirado en la playa unas horas. Todos sabéis lo mucho que cansa estar en la playa, jajajajjaa… (esto último es broma, aunque siempre decimos que “la playa, cansa”).
En fin, retomo el tema inicial… que no sé si mi viaje sigue creciendo y sigo sumando días o debería comenzar a restarlos si vuelvo a mitad de septiembre. Por un lado, pienso que estoy en una ocasión única de poder ver algunos países más, todo está en orden en BCN y si vuelvo en septiembre, nadie garantiza que encuentre trabajo enseguida, por lo que me tiraría de los pelos si estoy en casa sin “trabajar”. Por otro lado, está claro que tengo ganas de ver a mi familia especialmente y a los amigos, que también quiero hacer cosas a mi vuelta, etc… pero, ¿irá de unas semanas más?. ¿Cambiaría mucho si en vez de mediados de septiembre vuelvo a mediados o finales de octubre?. Y si me decido a extender mi viaje, ¿qué puedo hacer?. Nuevamente, como cuando me planteé esta aventura, las posibilidades son infinitas, un mundo nuevo se abre ante ti. El recorrido inicial lo tenía bastante claro, pese a los cambios forzosos que hubo por el terremoto y posterior tsunami en Japón al principio, o la imposibilidad de acceder a Tíbet desde Nepal durante el viaje, pero tenía claro que Indonesia, Singapur, Malasia, Thailandia, Laos, Vietnam y Camboya los vería… Ahora que nombro los países… me pasa con ellos lo mismo que con el tiempo: los voy descontando. Al principio era: estoy en Nepal y todavía quiero ver… Ahora es: ya he visto Nepal, Singapur, Indonesia, Malasia y casi Thailandia, así que sólo me faltarían Laos, Vietnam y Camboya… Ya veis, trampas mentales.
Ays…. Que me voy. Pues eso, que las posibilidades son infinitas. Y barajo varias opciones, completamente diferentes unas de otras. Tres personas diferentes me han dicho que tienen vacaciones en septiembre, que están solas y que no saben qué hacer, que igual se unirían a mí dependiendo de dónde estuviera yo. Bueno, todavía no he decidido si alargo, menos aún, qué haría en tal caso. Y las opciones que barajo son (sin orden establecido ni prioridades aún)…
Por un lado, podría volver al sur de Thailandia, a las islas, a pasar las últimas semanas en playitas paradisíacas, poder ver Phi-Phi y Phuket, que no he podido ahora por el tema del monzón y quizás obtener mi Advanced Diver en alguno de los múltiples centros que hay en Thailandia y que son baratísimos. Opción de unos 15 días más.
Una segunda opción, sería visitar Myanmar,  como una extensión por otro país de la zona. Y en esta opción se podría añadir una subopción de ver el sur de China, desde la frontera con Myanmar hasta Hong Kong. Esto llevaría entre mes y medio y dos meses.
Otra opción, sería dar el salto, finalmente, a Japón. No os negaré que, a priori, es mi opción soñada. Japón es un país que me atrae mucho, su gente, su cultura, sus tradiciones, sus paisajes, sus megaciudades… El inconveniente de esta opción es el tema económico, pese a que el vuelo Bangkok-Tokio es barato (apenas 240 €), pero luego habría que sumar el Shinkanshen Rail Pass (unos 500 €… y que ya he visto dónde podría conseguirlo en Bangkok) y la vuelta a BCN (mínimo otros 450 € más). Por tanto, es mi opción preferida y la más cara. El tema de las radiaciones nucleares y demás, creo que ya está bastante controlado, aunque si me decidiera, debería informarme bien antes de ir. Japón añadiría unas tres semanas más al viaje.
Una opción intermedia sería hacer alguna parada de vuelta a BCN, estilo Egipto. Sí, me gustaría ir a Egipto también, quizás luego por la Capadocia turca, Grecia, Bulgaria, Croacia… esta opción podría alargarse entre mes y medio y dos meses más.
Y la opción más loca y más descabellada, sería dar el salto a Suramérica. Sería ideal ir a Argentina en septiembre/inicios de octubre, con la posibilidad de alargar hacia Perú. Pero esta opción requeriría dos meses más y, sobre todo, más dinero, porque los vuelos que he visto desde el sudeste asiático hacia Buenos Aires son carísimos.
Ahora estoy en Sukhothai, al norte de Thailandia. Me quedarán unos 10 días por este país, tras visitar Chiang Mai e ir hacia el este, para entrar en Laos alrededor del 7 u 8 de Julio, pasar tres semanas allí antes de cruzar a Vietnam y llegar a Hanoi a finales de Julio, que llegan los tres mosqueteros para sus vacaciones estivales. Salí de BCN en marzo, cuando ellos veían muy lejos sus vacaciones. Sus vacaciones, las haré junto a ellos… Ellos volverán al trabajo y yo… seguiré de viaje. Supongo que en esas comparaciones es cuando uno realmente se da cuenta de cuán importante es lo que se está haciendo. Y tampoco soy un bicho raro, he encontrado a personas que viajan por más de un año, dos años y hasta varios años. Es un modo de vida diferente. Eso sí, españoles haciendo eso, poquitos… pero bueno, estamos empeñados en pagar hipotecas desorbitadas para tener un piso propio y eso excluye casi por completo poder viajar tanto tiempo. Cuestión de prioridades, querido Watson.
Yo me siento bien, feliz, contento, confiado, ilusionado. Llevo un par de días con Robin, un holandés, con el que estaré varios días más pues nuestros viajes coinciden bastante en esta etapa. Así que también ayuda.
Mientras tanto, sed felices, ya os queda muy poquito para vuestras merecidísimas vacaciones.
Un abrazo fuerte.
Sergio.

2 comentaris:

  1. Ingrid & Vicen; Hola amigo, a pocos días de nuestra boda nos acordamos de los que están lejos, y tu eres el más lejano (je je). Es una pena que no nos puedas acompañar, pero no te preocupes que tienes el mejor argumento de todos, "estás haciendo realidad un sueño". Un abrazo y disfruta mucho, que por aquí te seguimos gracias a tus monólogos. Ciao.

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  2. Vicen/Ingrid: he visto algún video y algunas fotos de vuestra boda y es de los pocos momentos en los que me sabe mal estar de viaje. Vuestra entrada fue de película!!!. Me emocioné y todo al verlo.
    Disfrutad mucho vuestra luna de miel.
    Nos vemos en breve.
    Un abrazo.

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