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divendres, 13 de novembre del 2020

Breve recopilatorio de experiencias viajeras.

 Barcelona, Catalunya, 13 de Noviembre de 2020.

El otro día pensaba en este año perdido a nivel viajero (y casi que en otros niveles también, pero eso es harina de otro costal). Otra vez me he quedado con las ganas de visitar Perú, su valle Inca, el Camino Real y admirar Macchu Pichu. Luego me puse a mirar el mapamundi que tengo en mi comedor, lleno de chinchetas de todos los lugares que he recorrido, las fotos que tengo colgadas de viajes, etc. y comenzaron a acudir a mi mente multitud de experiencias, anécdotas, lugares, personas...

Y recordé tantas y tantas cosas que me pareció buena idea hacer un breve recopilatorio de esas experiencias. Seguramente para ti, estimado/a lector/a, no tendrá un gran interés, pero para mí es un pequeño tesoro, pues pone de relieve todo lo que he podido vivir, tener el privilegio de poder viajar tanto, descubrir, perderse, dejarse sorprender, improvisar...

Así, pues, bienvenido/a a mi pequeño baúl de los recuerdos viajeros.
Espero que los disfrutes!


 ITALIA

- Vivir la pasión, el júbilo y el descontrol absoluto del Palio de Siena y sus carreras de caballos.

- Surcar los canales de Venezia sobre una góndola.

- Sentirse abrumado por la majestuosidad e imaginar los gritos de la plebe en el Coliseo romano o recorrer su Foro.

GRECIA

- Sentir el peso de la Historia recorriendo el Partenón ateniense y perderse por los pintorescos barrios de Plaka y Monastiraki.

- Visitar el estadio Olímpico de los primeros JJOO de la era moderna.

- Divisar el mundo desde el centro del mismo según los griegos: Delfos.

PORTUGAL

- Respirar la saudade portuguesa callejeando por la decrépita y fascinante Lisboa.

ALEMANIA

- Admirar el códice maya de Dresde en la Biblioteca del estado sajón. Sólo existen 4 en el mundo para descifrar los glifos mayas.

- Quedarse estufacto en el impresionante Pergamonmuseum de Berlín.

- Recorrer el Reichstag y cruzar bajo la puerta de Brandenburgo. O el simbolismo del Charlie Checkpoint. Berlín.

REP.CHECA

- Pensar que estás dentro de un cuento en Ceske Krumlov.

- Contar los segundos y los minutos junto al reloj astronómico en la Plaza de la Ciudad vieja de Praga.

AUSTRIA

- Estremecerse en el campo de concentración nazi de Mauthausen. Quedarse vacío, abrumado, sobrecogido, triste.

CIUDAD DEL VATICANO

- Indignarse ante la suntuosidad, la opulencia y el exceso de la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

EL PAIS VECINO, ESPAÑA.

- Admirar la perfección nazarí de la Alhambra y contemplar desde el Albaicín una mágica puesta de sol.

- Asombrarse con la suntuosidad de la maravillosa Mezquita de Córdoba.

- Pasear por la ciudad medieval de Cáceres.

- Ir de pintxos por Donosti, Bilbo y Vitoria en Euskadi.

- Recorrer las calles de Vetusta y la playa de Mareo.

- Quedarse asombrado con la belleza de los Picos de Europa.

- Subir al Teide en Tenerife y recorrer la sorprendente Lanzarote.

MEXICO

- Recorrer y perderse por la ciudad colonial de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas.

- Disfrutar del fascinante interior de la pirámide maya de Calakmul.

- Vivir la llegada del huracán Dean en Mérida.

- Nadar en las maravillas de la naturaleza de los cenotes del Yucatán.

- Contemplar el desove de tortugas gigantes en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka'an en una mágica noche estrellada. Aún se me eriza la piel cuando la recuerdo.

- Impregnarse del sincretismo religioso de la iglesia colonial de Zinancantán.

GUATEMALA

- Ascender al templo IV de Tikal con la selva del Petén a tus pies.

- Navegar en lancha por el Lago Atitlán rodeado de volcanes.

- Emocionarse paseando por la deliciosa Antigua Guatemala

INDIA

- Pasar una noche bajo el cielo estrellado del Desierto del Thar.

- Alucinar con el espectáculo del cambio de guardia en la frontera indo-paquistaní.

- Sonreír admirando los relieves eróticos de Khajurhao.

- Contemplar absolutamente fascinado el amanecer sobre el Taj Mahal mientras una fina lluvia nos cubría el rostro, en Agra.

- Remontar un tramo del Ganges, ver los ghats y sentir la fuerza de la espiritualidad en la Ciudad de los muertos, Varanasi.

TURQUIA

- Perderse en el Gran Bazar de Estambul

- Recorrer a pie gran parte del Estrecho del Bósforo contemplando la vida a sus orillas.

- Alucinar con Santa Sofía y la Mezquita Azul.

- Visitar un baño turco en Estambul y en algunos momentos pensar que me iban a romper todos los huesos.

TANZANIA Y ZANZIBAR

- Dormir y amanecer en el Serengeti.

- Contemplar la caza de un ñú a manos de una familia de guepardos.

- Hacer un trekking por las faldas del Kilimanjaro.

- Contemplar un leopardo y un guepardo en libertad a dos metros del jeep.

- Bucear en Zanzíbar junto a tortugas gigantes y pensar que aquello era pura magia.

USA

- Subir al Empire State y creer que estás en la cima del mundo. New York.

- Pasear por Central Park helado. New York.

- Ir a un partido de los New York Nicks en el Madison Square Garden.

- Subir a los tranvías de San Francisco.

- Sentir los fantasmas a tu alrededor en la prisión de Alcatraz, San Francisco.

- Jugar un torneo de póker en el The Venetian de Las Vegas.

- Visitar el lugar más caluroso de la Tierra, en Death Valley.

- Contemplar el amanecer en el North Rim del Grand Canyon.

- Cruzar Monument Valley y pensar que eres John Wayne en una película del oeste.

- Ver el Teatro Kodak de Los Ángeles y las playas de Santa Mónica.

- Conducir por la Big Sur hasta Carmel By the Sea, California.

- Contemplar las majestuosas ballenas de la Bahía de Monterrey.

NEPAL

- Amanecer con la cordillera de los Himalayas frente a mí, desde Nagarkot.

- Escuchar, ver y sentir una auténtica ceremonia budista con decenas de monjes en un monasterio nepalí.

- Buscar el tigre de Bengala en Chitwan sin éxito y conformarnos con un rinoceronte indio.

- Recorrer la Durbar Square de Bhaktapur, Patrimonio de la Humanidad y quedarse boquiabierto con su belleza.

SINGAPUR

- Contemplar el Marina Bay Sands de Singapur iluminado de noche.

INDONESIA

- Que te den un masaje Balinés en Ubud.

- Cenar unas deliciosas sopas de fideos en bares de carretera a altas horas de la noche en perdidas zonas de descanso en el Borneo indonesio.

- Fascinarse con los orangutanes en Tanjung Puting, en semilibertad, y pasar unos minutos con una orangutana y su cría a centímetros.

- Asistir a los ritos ancestrales y toda la liturgia de un funeral Toraja en Sulawesi.

MALASIA

- Subir a las Torres Petronas de Kuala Lumpur.

- Buscar un lugar para ver la final de la Champions, Barça-Manchester United, en Pulau Pherentian, de madrugada. Y verla junto a unos cuantos indonesios.

- Bucear en Borneo y en Pulau Tioman.

THAILANDIA

- Bucear en Koh Tao y bañarse en las aguas cristalinas de Koh Nang Yuan.

- Recorrer en bicicleta junto a varios viajeros el Parque Arqueológico de Sukhothai, al norte de Bangkok.

- Dejarse embriagar por la bohemia Chiang Mai.

LAOS

- Mecerse en el ritmo tranquilo y mágico de Luang Prabang.

- Adentrarse en las cuevas de Vieng Xai e imaginar cómo vivían en ellas y combatían desde allí contra los aviones norteamericanos.

VIETNAM

- Bañarse en Halong Bay, en un entorno asombroso.

- Remontar el Delta del Mekong y cruzar de Vietnam a Camboya.

- Gatear por los túneles de Cu Chi, donde se escondían los vietnamitas en su guerra contra los norteamericanos, sintiendo la claustrofobia, la humedad y la tensión que allí se respira.

CAMBOYA

- Recorrer en bicicleta la joya de los templos de Angkor Wat.

- Descansar en las playas solitarias de Sihanoukville.

- Visitar las fosas comunes en Phom Phen, recordatorio del genocidio del dictador Pol Pot.

SUDAN DEL SUR

- Trabajar unos meses en Sudán del Sur, un país nuevo pero el más pobre del mundo.

- Volar en avioneta al estilo Memorias África por la sabana sursudanesa.

- Sentir la pureza de las miradas de los niños en aldeas aisladas, que se esconden de los "mzungus" (los blancos).

INGLATERRA

- Caminar por Londres nevada.

JAPON

- Sentir la velocidad subido en un Shinkanshen (tren bala).

- Disfrutar de las vistas del Kinkaku-Ji en Kyoto.

- Bañarse en el Dogo Onsen de Matsuyama, el más emblemático de Japón.

- Llorar en el Parque de la Paz de Hiroshima, donde cayó la primera bomba atómica.

- Sumergirse en la energía de Tokyo, que te absorbe.

- Buscar geishas paseando por el barrio de Gion en Kyoto.

SUECIA

- Sentir la ceremoniosidad visitando el Salón de Oro del Ayuntamiento de Estocolmo, donde se entregan los Premios Nobel.

EGIPTO

- Descender el Nilo en faluca, al ritmo pausado de sus aguas en Diciembre y dormir en la barca con el frío invernal, bajo las estrellas.

- Alucinar y cumplir el sueño de entrar en las tumbas milenarias del Valle de los Reyes.

- Ser el primero en entrar por la mañana, para admirar el amanecer en Karnak, Luxor, viendo cómo cambia el color de las paredes de sus templos, relieves y columnas.

- Entrar en las entrañas de la Gran Pirámide en El Cairo.

- Comprobar y admirar las joyas del Museo Egipcio en El Cairo y lamentar el caos y desorganización reinante.

 JORDANIA

- Recorrer el desfiladero de entrada a Petra, hasta el Tesoro, en un amanecer mágico.

- Seguir los pasos de Lawrence de Arabia en el desierto de Wadi Rum y dormir en un campamento beduino, escuchando sus canciones, junto a una hoguera y bajo un cielo estrellado magnífico.

MARRUECOS

- Perderse en el zoco de Fez.

- Pasar una noche en el desierto de Merzouga.

- Desencantarse con Marrakech y su caos, su tráfico, sus prisas... compensado en parte por la magnífica Jemaa El-Fnaa.

- Respirar el olor a mar y la historia de la embriagadora Essaouira

FRANCIA

- Entrar en los búnkers de las Playas del Desembarco Normandía, notar el peso de aquellos días que cambiaron la historia del mundo.

- Conducir por la campiña de la Bretaña francesa y sus pueblos de postal.

IRAN

- Vivir el fervor religioso de la Ashura en Isfahan y en su plaza monumental Naqsh-e-Jahan.

- Recorrer la ciudad monumental de Persépolis, arrasada por Alejandro Magno.

- Perderse en el esplendor del Bazar de Tabriz, con su amalgama de culturas.

- Pasear por la ciudad de Yazd, en medio del desierto, y admirar sus torres de viento.

- Entender lo que significa "jardín persa" visitando el majestuoso Bagh-e-Fin Garden de Kashan.

ISRAEL

- Imaginar la historia que rebosa en cada poro de la antigua Jerusalén.

- Contemplar el Mar Muerto desde la increíble fortaleza de Masada.

- Recorrer a pie kilómetros del sorprendente Maktesh Ramon.

PALESTINA

- Visitar Behtlehem (Belén), rodeada del muro de la vergüenza y sentir la desesperación diaria de los palestinos.

- Cruzar de Palestina a Israel y pasar un control de soldados israelíes armados, subido en un autobús de línea

- Recorrer Jericho, considerada como la ciudad habitada más antigua de la Tierra.


Pues sí, otra cosa quizás no, pero viajar, un poco...


Y aún tengo pendiente algunas, como por ejemplo:

- Recorrer la Habana vieja, en Cuba.

- Ver los gorilas de montaña en Uganda.

- Admirar las auroras boreales en Islandia.

- Realizar el Camino Real Inca hasta Macchu Pichu, Perú.

- Ver el tiburón blanco en Cape Town, Suráfrica.

- Sentir el rugir de las cataratas de Iguazú en Argentina-Brasil.

- Sorprenderse en Lalibela, Etiopía.


Y es que no me cansaré nunca de viajar. Esperemos que el 2021 nos abra nuevas oportunidades...

Hasta entonces, un abrazo!!

dimarts, 7 de gener del 2020

Mapa del viaje por Israel y Palestina

Barcelona, Catalunya, 6 de Enero de 2020

Pues aquí dejo el mapa completo del viaje por Israel y Palestina.

Me sigue resultando curioso (por no decir indignante) que google maps no dé opciones de ruta para las ciudades palestinas, aunque la ruta de Beit She'an a Jerusalem cruce territorios palestinos pasando por Jericho, pero si buscas Jericho después de Beit She'an no te da opciones de ruta...


El recorrido ha sido, finalmente:
Israel:
· Tel Aviv.
· Cesarea.
· Haifa.
· Acre.
· Nazareth.
· Beit She'an.
Palestina:
· Jericho.
· Bethlehem.
Israel:
· Jerusalem.
· Masada y Mar Muerto.
· Mizpe Ramon (Maktesh Ramon).
· Tel Aviv.

dilluns, 6 de gener del 2020

El desértico sureste israelí.

Mizpe Ramon, Israel, 3 de Enero de 2020.

La intención inicial era recorrer esta parte de Israel antes de visitar Jerusalén, pero por cuestiones logísticas invertimos el orden, dejando esta zona para el final.

El sureste israelí es, básicamente, desierto. Está encajonado entre la península egipcia del Sinaí y el Mar Rojo (al suroeste), el Mar Muerto (a su noreste), la franja de Gaza (al oeste) y Palestina (a su norte), siendo conocida como el Desierto del Neguev. Y en esta zona hay algunas visitas muy interesantes que no nos han defraudado en absoluto.

                                                     El teleférico a Masada

Salimos de Jerusalén con destino a Masada y el Mar Muerto. Tras más de 2'5 horas de conducción, llegamos al Masada National Park, de gran simbolismo judío ya que aquí resistieron el asedio romano durante varios meses en el 34 aC los últimos judíos zelotes, que acabaron por suicidarse cuando se vieron acorralados y sin esperanza alguna. La subida en teleférico es rápida, pero ya brinda unas panorámicas sobre el Mar Muerto realmente espectaculares. Y la ciudad-fortaleza, erigida por Herodes el Grande, es de una maestría arquitectónica y estratégica militar admirables, con el Palacio del Norte que debió ser una joya increíble en aquellos tiempos.

                                                         Masada y el Mar Muerto

Para mí, apasionado de la Historia, visitar este punto era casi de obligado cumplimiento en este viaje y aunque en algún momento estuvimos a punto de descartarlo, finalmente aquí llegamos...

De ahí hacia Mizpe Ramon, una ciudad bohemia al borde del Maktesh Ramon (cráter Ramon). Tras buscar en varios alojamientos acabamos en uno con unas vistas sobre el cráter preciosas, un precio ajustado... Y una habitación espartana. Y cuando digo espartana, quiero decir "muy espartana". Viajando he dormido en muchos sitios, en algunos de ellos con una pinza en la nariz... Pues este lo recordaré por estar ahí, en el límite de lo aceptable.

Salimos a cenar algo en un Restaurante de comida casera que nos han recomendado y, sí, la comida era deliciosa, aunque hayamos tenido que esperar hora y media a que nos atendieran.

                                                                 Maktesh Ramon

Y hoy hemos visitado el Maktesh Ramon. Caminando al Visitors Centre a que nos aconsejaran algo para ver hoy y nos recomiendan dos opciones: una bajando caminando por el borde del cráter (unas 4 horas) y otra con varias opciones derivadas en el centro del cráter, con un recorrido de entre 4 a 9 kilómetros y hablan de 5 a 8 horas y además hay que coger el coche... Desayunamos y finalmente nos decidimos por la segunda opción, así que tras volver a nuestro Eco-Lodge (ahí ya os doy muuuchas pistas) nos subimos al coche y bajamos al cráter con nuestro mapa. Al estar en el borde y comenzar a bajar, Valdi y yo recordamos el cráter del Ngorongoro en Tanzania, aunque este es desértico y aquel un vergel de fauna salvaje. Esto da pie a debatir cuál de los dos es mayor que el otro...

                                                     Trekking por el Maktesh Ramon

Y hacemos un trekking que, inicialmente, nos marcaba como entre 6 y 8 horas sin añadidos... Bueno, el trekking que hacemos es espectacular, con paisajes rocosos, desérticos, en algún tramo riachuelos, rocas erosionadas, desfiladeros, arena cobriza,... El sol se agradece y la temperatura es ideal, porque hacer esto de junio a septiembre debe ser muerte directa, imagino. Además, es en su mayoría plano, por lo que para Valdi (acostumbrado al Teide) y para mí (acostumbrado al Pirineo), es muy sencillo. Tanto, que hacemos en 2'5 horas lo que marcaba para 6 y decidimos alargar un par de kilómetros para llegar a un mirador al que llega Valdi. A mí ya no me apetece subir 150 metros más y me quedo unos minutos admirando el paisaje rocoso, la brisa azotando mi rostro, el silencio, la soledad, el cielo enorme... 

                                                                 Maktesh Ramon

Ha sido un gran broche para este viaje: un trekking de unos 10 kilómetros por este cráter que merece mucho la pena si tienes días de camino a Eilat (en el Mar Rojo) o como complemento a Masada y Mar Muerto.


Epílogo: Ben Gurion Airport.

Pero el broche esperpéntico ha sido pasar todos los controles para subir al avión. A Valdi le han dejado pasar relativamente rápido, pero a mí... 
Antes del Chek-in hay un control donde me han sometido a un interrogatorio increíble. Algunas preguntas han sido:
- Propósito del viaje a Israel?
- Viajas sólo o con alguien?
- Qué recorrido has hecho?
- Qué fuíste a hacer en Jordania?
- Cuándo estuviste en Jordania?
- Dónde dormías en Jordania?
- Conoces a alguien en Jordania?
- Qué fuíste a hacer a Egipto?
- Conoces a alguien en Egipto?
- Cuándo estuviste en Sudán del Sur?
- Qué hacías en Sudán del Sur?
- Conoces a alguien en Sudán del Sur?
- Nombres?
- Cuándo fue la última vez que hablaste con ellos?
- A qué te dedicas?
- De qué trabajaste allí?
- Cuándo estuviste en Malasia?
- Y en ese viaje, cuánto tiempo estuviste en cada país?
- Llevas armas?
- Llevas explosivos?

Tras facturar mi mochila, vamos al control de pasaportes. A Valdi lo pasan por una fila normal y a mí me ponen en otra a parte donde sólo hay una chica. Pinta a registro exhaustivo... Y así es. Me acompañan dos chicas a un apartado, vacían mi mochila pequeña entera, registran la cámara, el e-book, los bolsillos, me revisan la chaqueta, pasan detectores de algo (droga? Explosivos?) a conciencia en cada rincón de mis pertenencias. 

Me hacen quitar los zapatos y me llevan a un escáner. Me escanean y me hacen esperar sentado. Recibe una llamada el chico que está conmigo. Parece que le dicen que lo repita con los brazos en alto. Me vuelven a escanear y salen 4 puntos rojos... Ah, sí, llevo una camiseta de mangas extraíbles con cremallera y unos botones interiores... Y esas son las marcas. Me revisa mangas y botones interiores, me cachea concienzudamente... 

Desde nuestro inicio de chek-in con el interrogatorio, control de pasaportes y registro exhaustivo, han pasado unos 40 minutos. Ni miedo, ni nervios, pero incomidad máxima, aunque es algo lógico teniendo en cuenta los países en los que he estado y algunos con historia bélica con Israel a sus espaldas: Egipto, Jordania... Y eso que no constaba en ningún sitio que hace 4 meses estuve en Irán. Si llega a salir el sello en mi pasaporte, creo que no me hubieran dejado ni entrar ya... 

En fin, una experiencia desagradable para finalizar un viaje que ha ido in crescendo y que da para otra entrada con mis valoraciones sobre estos dos países: Israel y Palestina.

dimecres, 1 de gener del 2020

Oh, Jerusalem!!!

Jerusalén, Israel, 1 de Enero de 2020

Tras los intensos días en Bethlehem, la idea era llegar a Jerusalén, alquilar un coche e ir hacia Masada, Mar Muerto y el Neguev para pasar los últimos días del viaje en la ciudad santa.

Pero no encontramos coches de alquiler para el mismo día, así que cambiamos sobre la marcha y decidimos quedarnos aquí dos días y medio para ir de jueves a sábado a Masada, Mar Muerto y Neguev antes de volver a casa. Por la noche reservamos el coche del jueves al sábado y pudiendo devolverlo directamente en el aeropuerto Ben Gurion, que siendo Sabbath tampoco es mala idea.


El Santo Sepulcro

Así que tras caminar un rato y mirar algunos precios (es bastante caro esto) acabamos en el The Post Hostel, una antigua central de Correos que en su 3a planta se ha reconvertido en Hostel, super limpio, animado, habitaciones cuidadas, precio ajustado (35€ noche en habitación compartida) y a 5 minutos caminando de New Gate y Jaffa Gate.

                                        The Western Wall (Muro de las lamentaciones)

Decidimos hacer la visita a la Old City en dos días: el primero veríamos el barrio armenio, el barrio judío (sin el Muro de las Lamentaciones) y el barrio cristiano con el Santo Sepulcro. Y el segundo día veríamos el Muro de las Lamentaciones, la Explanada de las Mezquitas con la impresionante Cúpula de la Roca y la Vía Dolorosa. Y más o menos ha ido por ahí la cosa, con el añadido que el segundo día volvimos al Santo Sepulcro (el primer día había una cola de más de una hora de espera) y a lo previsto le añadimos el Monte de los Olivos (subida empinada de gran desnivel) y el Monte Sión, con lo que este día caminamos más de 14 km., que no está mal.

                                                          La cúpula de la Roca

El tercer día, hoy 1 de Enero, decidimos que era nuestro free day y que cada uno iría por su lado y ya nos reencontraríamos a la noche. Y yo me he dedicado a pasear sin rumbo por el barrio musulmán, entrar en alguna iglesia o recinto pequeño que nos saltamos ayer, fotografía callejera, portales, graffittis, niños jugando a fútbol en una plaza, pasillos, túneles...

                                                                    Via Dolorosa

Jerusalén nunca había estado marcado en mis objetivos viajeros, aunque teníamos claro que en este viaje era el plato fuerte. Y debo decir que mis expectativas estaban muy lejos de lo que realmente te ofrece esta ciudad... Y lo digo porque me ha alucinado. Entender la complejidad de sus diferentes barrios religiosos (armenios, judíos, cristianos y musulmanes), pasar en dos calles de un ambiente religioso a otro completamente diferente, de unos símbolos a otros, de una indumentaria a otra, de unos cantos religiosos a otros, de una cocina a otra... Y todo ello con metros de diferencia!!! Estar en lugares sagrados para miles de millones de personas entre las 3 religiones, pisar escenarios de hechos históricos, arqueología en estado puro... O perderse sin rumbo por sus calles, del ajetreo de los bazares a calles vacías a menos de 30 metros, callejones sin salida, vuelta atrás, puertas marcadas con cruces o con menorahs, incienso, velas, especias, cantos, rezos, luces difusas, ambientes potentes cargados de energía, carros, frutas, bazares, kebabs, la Via Dolorosa, la Cúpula de la Roca, la Puerta de Damasco, el jardín de Getsemaní, la ciudad de David, o su sepulcro; los militares israelíes por todos lados; sentir el peso de la Historia; seguir el calvario de Jesús. O sus milagros; reseguir las murallas, entrar y salir por sus diferentes puertas; la luz de la tarde incidiendo en el aspecto de sus fachadas; cuestas, escaleras, cuestas y más escaleras... su nombre... Oh, Jerusalem!! 

                                                               Calle de Jerusalén

Desde este momento pasas a ser ciudad destacada en mis periplos viajeros por mérito propio. Te has ganado a pulso que te recomiende una y otra vez, que te recorra en un baile cíclico y jamás merecedor de tu grandeza. 

                                                           Calle de Jerusalén

La Old City de Jerusalem, con la extensión de unas tres horas al Monte de los Olivos y otro par más hacia el Monte Sión, bien puede llevarte entre 2'5 y 3 días, por lo que puede ser también una gran opción para venir desde Catalunya a aquí en un puente de estos de 4 días. 

Mañana vamos hacia el sur y el este del país: Masada, Mar Muerto y el Neguev, con el cañón del Mitzpe Ramon como colofón a este viaje que ha ido, sin duda alguna, in crescendo...