Llevo semanas en un diálogo interno recurrente: "ahora que vuelvo a viajar, ¿reabro el blog?. Y, si lo hago, ¿cuento tal cual el próximo viaje, sin más?".
La respuesta a la primera pregunta me ha rondado semanas. La respuesta a la segunda, evidentemente, no, porque la sabía. No podía reabrir el blog, explicar mi inminente viaje y ya está, como si nada, obviando el hecho de haber permanecido cinco años en un silencio forzoso. Por tanto, la respuesta a la segunda, la tenía incluso antes de responder a la primera.
Pero, entonces, reabro el blog, parece... Sí, eso parece, cierto. Muchas personas me han preguntado estos últimos meses por ello y no supe qué responderles, aunque lo intuía. Este blog nació de la mano de una aventura personal que ya tenía en mente años atrás así que decidí plasmar mi viaje por el sudeste asiático hace ya 6 años. Y los que lo seguisteis sabéis que, a menudo, era cualquier cosa menos un blog de viajes. Para mí era más un diario de a bordo, un pensar y escribir en voz alta, un conservar recuerdos en unas líneas, un querer compartir la experiencia desde el punto de vista más personal y no tan concreto de datos, nombres, ciudades, precios, etc. Y la experiencia quedó como quedó. Luego hubieron algunas entradas de la breve historia sursudanesa y, desde entonces, el silencio...
Un silencio largo.
Un silencio, tedioso.
Un silencio, difícil.
Un silencio, punzante.
Un silencio, callado.
O ruidoso.
O ausente.
O estremecedor.
O triste.
En cualquier caso, 5 años de silencio. 5 años sin viajar. 5 años de travesías complejas. 5 años de aprendizajes diversos. 5 años de centrarme en otro mundo, mi mundo, mi pequeño mundo. 5 años de asumir, pensar, reubicar, reparar, renacer...
Han pasado muchas cosas a nivel personal que obligaron a este frenazo en seco. Pero ya han quedado atrás y, cosas del destino (o algo forzadas, vamos), reabro el blog cerrando el círculo: si en febrero de 2011 lo abrí con la idea de ir a Japón, lo que luego se truncó por aquel terremoto y tsunami, 6 años después de aquel momento, lo reabro con el billete a Tokio, como aquel entonces. Hay pequeños matices diferenciadores, ya que allí iba a la primavera y los cerezos en flor, iniciando un viaje de varios meses por Asia y coincidiendo en Vietnam con aquellos amigos de entonces. Ahora, voy sólo, para 18 días, únicamente Japón y bajo un sol de justicia.
Tengo en mente el recorrido a grosso modo, pero la realidad es que está bastante abierto: Tokio, Niko, alpes japoneses, Kioto, Osaka, Hiroshima, Miyajima, Himeji, Monte Koya-San, Nara... por ahí me moveré, pero sobre la marcha iré decidiendo hacia dónde y hasta cuándo...
Y me apetece mucho. Mucho. Muchísimo. De hecho, casi aún no me creo que vuelva a viajar. Tengo ya mi mochila preparada con una economía de espacio que hasta me sorprendo. Debo confesar que me sentiré extraño cuando cierre la puerta de casa con la mochila a cuestas. Y algo que quiero hacer desde el momento que me cuelgue la mochila para abrir la puerta y salir de viaje: tomar conciencia de cada momento, cada sensación, cada sentimiento,... eso que se ha puesto tan de moda como el mindfulness, quiero experimentarlo, pensar y sentir simplemente en ese instante. Nada más. Tomar aire y pensar: "te vas a Japón".
Como os decía al principio, no tenía muy claro si reabrir el blog o no. Esta tarde, volviendo a casa en el bus, leía un pasaje de "El limón" de Kajii Motojiro y en un momento determinado apareció la expresión "ryojyo", que en japonés sería como los sentimientos y sensaciones que uno experimenta cuando está de viaje. Y en ese momento se produjo el click que me dijo: "tienes que explicarlo nuevamente".
Paralelamente, cuando se empieza a pensar en el mundo y en los viajes pendientes, empiezan a surgir ideas. Para diciembre-enero he barajado varias opciones: Argentina (vuelos carísimos), Uganda (lo de los espaldas plateada se ha puesto imposible), costa este de USA (frío no, lo siguiente) y la que ha ganado enteros: Egipto con buceo en el Mar Rojo y salto final a Jordania para visitar Petra.
Esperaré a septiembre a ver cómo está la situación política, pero después de 5 años, volver con Japón más Egipto y Petra sería volver por la puerta grande, que ya que hacemos las cosas, las hacemos bien, ¿no os parece?.
Por lo pronto, reabro el blog y cierro el círculo: con Japón comenzaba este blog y con Japón lo reabro... Kangei, amigos...
Bon viatge company! T'anirem seguint la nova aventurilla. Enjoy the ride
ResponEliminaMe alegra que vuelvas a escribir para que en tus días de ausencia podamos sentirte más cerca a través de tus palabras....disfruta...siente y te esperamos a la vuelta
ResponEliminaUn beso hermano😘
Te seguiré y te leeré como lo hice hace 6 años. Y, de paso, me quedaré con tus consejos para mi viaje a finales de agosto!!! Un bravo por ti!
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