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dimarts, 27 de desembre del 2011

MSF en Sudán del Sur.


Barcelona, 28 de Diciembre de 2.011.
Estos días están siendo un poco estresantes solucionando temas personales, documentación para tramitar el work permit en Sudán del Sur, el contrato, revisión médica, vacunación, formación acelerada, días festivos, alguna que otra despedida, venta del coche, etc… Me voy la semana que viene y comienzo a tener  sensaciones parecidas a los días previos al viaje a Asia: sé que me voy, tomo conciencia e, interna y silenciosamente, voy diciendo adiós a los paisajes que pueblan mi día a día, esos que pasan habitualmente desapercibidos. Me voy despidiendo de mi escritorio. De mi sofá. De mi habitación. De la parada del autobús de delante de mi casa. Del supermercado donde compro. De Barcelona. Del sol que ilumina esta ciudad. De sus edificios modernistas. Me voy sumiendo en una emoción interna que no puedo controlar. No diré que me gusta. Pero tampoco me disgusta. Es como redescubrir tu espacio, tu entorno, tomar conciencia que dejará de serlo por un tiempo indeterminado, en principio un año. Quizás, dos. Quizás… quién sabe. Mi intención es un año, volver y luego otro año. Pero para eso se deben dar muchas circunstancias: que me adapte a vivir allí, que me guste el trabajo, que me vea con ánimos y fuerzas y, claro, que MSF estén contentos con mi desempeño laboral y quieran que siga otro año. De momento, un año. Y un año es mucho tiempo. Bueno, volvemos a lo de siempre: es relativo. Es posible que a mí se me haga muy largo allí. O todo lo contrario. Y a vosotros, seguramente, se os pasará volando (ya hablé de la percepción relativa del tiempo en función de nuestras rutinas y hábitos y de cómo pasa más rápido para quien realiza lo mismo (trabajar) durante semanas y semanas). En cualquier caso, me despido de mi vida aquí, de mi familia, de mis amigos, de mi espacio durante un tiempo indeterminado. Y eso, en algún aspecto, me provoca un punto de tristeza. Pero ni puedo, ni debo, ni quiero quejarme. Lo decido yo. Y cuando decido, asumo. Si tomo el camino de la izquierda, renuncio a lo que aparece en el camino de la derecha. O viceversa. Y eligiendo, descartas. Y descartar, aunque sea temporalmente, implica renunciar. Y cuando renuncias a algo que quieres esperando que el otro camino te lleve donde tú pretendes, la pena existe, pero la determinación, la decisión, el optimismo… son motores que deben mitigar esos sentimientos de pena y tristeza.
Me duele especialmente por mi familia. Por mis padres, sobre todo. Sé que me entienden y me respetan. Saben que es una gran oportunidad profesional y personal para mí… pero son padres y la preocupación por un hijo es mayor a cualquier otra cosa, imagino. Pero todo saldrá bien. Volveré más hombre, más maduro, más hecho. Volveré con una maleta cargada de experiencias que, en el futuro, pueden ser claves en mi desarrollo profesional (el personal lo doy por descontado).
Y los días comienzan a volar, arrancando hojas del calendario, mirando de reojo ese 3 de enero, el día previsto para volar hacia Juba. Juba… el otro día descubrí una web que habla de la capital de Sudán del Sur, donde viviré.. Definitivamente, el marketing ha llegado allí. Sí, en serio: si me dicen que me están hablando de New York City, me lo creo!!. Qué manera de vender esa ciudad tan pequeñita y, a priori, escasa de infraestructuras… Vamos, opinad vosotros mismos. Os dejo el enlace:
Y si os queréis entretener, pues os dejo algunos enlaces con fotos de Sudán del Sur y de Juba:
Y aquí os dejo algunas fotos…
Vista aérea de Juba, junto al Nilo.
Una de las calles principales de Juba.
El mercado...
Por supuesto, lo importante es la labor que está desempeñando MSF en ese país tan necesitado de ayuda internacional. De hecho, he leído en varios sitios que hay multitud de ONG’s en Sudán del Sur, porque es uno de los países más pobres del mundo y con mayor necesidad para todo: salud, alimentación, infraestructuras, etc. Por el lado positivo, pienso que allí conoceré a muchos expatriados de todo el mundo que trabajen no sólo con MSF, sino con muchas otras ONG’s y eso, seguro, también ayudará.
Para cerrar este post, previo ya a mi partida, me gustaría explicaros algunas de las misiones y situaciones a las que se enfrenta MSF allí.
En el siguiente enlace, podréis leer un poco la situación general de todo Sudán, previa a la independencia de Sudán del Sur, con referencias generales a todo el país, destacando la atención a la enfermedad del Kala Azar y a los refugiados de Darfur, que tantos telediarios han ocupado en occidente y que, lamentablemente, el 99% de nosotros no sabemos dónde queda.
En este, http://www.msf.es/noticia/2011/numero-refugiados-en-sudan-del-sur-aumenta , se habla de los refugiados que llegan a diario de Sudán (el del norte), en el estado del Nilo Azul, huyendo de la guerra. Y en este otro, se amplía la información al respecto: http://www.msf.es/noticia/2011/sudan-miles-personas-huyen-del-conflicto-para-refugiarse-en-sudan-sur .
En el siguiente enlace, se explica la situación dramática en la que viven cientos de miles de personas, sin acceso a alimentación básica, ni servicios de salud básicos, sin acceso a agua potable, en una zona endémica de malaria, etc. MSF ha puesto en marcha clínicas móviles, un programa nutricional terapéutico y atención básica a estos cientos de miles de personas. A esta situación tan dramática, se añaden algunos enfrentamientos en regiones fronterizas, intertribales, disputas de ganado, una guerrilla que entra desde el Congo… Aquí os lo dejo: http://www.msf.es/noticia/2011/sur-sudan-cientos-miles-personas-siguen-viviendo-en-una-situacion-muy-dificil .
Y aquí, de los enfrentamientos en la zona fronteriza de Sudán y Sudán del Sur, Abyei, de los desplazamientos masivos de personas y de la labor titánica de MSF para atender a todas estas personas. http://www.msf.es/noticia/2011/sudan-ciudades-desiertas-miles-personas-huyendo-para-salvar-sus-vidas-en-abyei
En este otro enlace, se habla del programa que ha impulsado MSF para reducir la tasa de mortalidad materna… 1 de cada 7 mujeres muere durante el embarazo o el parto en Sudán del Sur. Sencillamente… escalofriante.  http://www.msf.es/noticia/2011/sur-sudan-msf-trabaja-para-reducir-tasa-mortalidad-materna
Y algunas fotogalerías realmente conmovedoras. Estremecedoras. Un testimonio de la lucha de un pueblo por sobrevivir a su destino.
Y, finalmente, algunos blogs de los que en breve, serán mis compañeros. Bueno, yo seré un nuevo compañero, aunque vaya en calidad de Coordinador de RRHH, serán compañeros de los cuales debo aprender muchísimo en todos los sentidos. Si alguien quiere ir siguiéndolos, aquí os dejo los enlaces:
Sin duda alguna, el que no sepa ahora dónde está Sudán del Sur, cuál es su situación política, económica, social y humanitaria, el que no conozca la situación dramática de cientos de miles de personas, será porque no quiera saberlo. Y es respetable, claro que sí.
Muchas personas me han dicho estas últimas semanas, incluso antes de saber destino, que era valiente por ir allí. Otras me han preguntado  si no me daba miedo. Incluso hay quienes me miran con cierta incredulidad. Ahora que ya sé destino, me he ido informando de todo lo anterior (y todo lo que me queda por aprender), he visto fotos de Juba y del país, he leído acerca de las misiones y proyectos que realiza MSF allí, he leído algunas entradas de los blogs de mis futuros compañeros… y debo confesaros que, en algún momento, pensé: “uffff, qué duro…”. A medida que he ido asumiendo el destino, la labor de MSF, leyendo los relatos de quienes ya están allí, os aseguro que es como si en mí hubiera nacido algo nuevo. No sé cómo explicarlo… como si sintiera que ahora voy a hacer algo importante en mi vida, algo que veía muy lejano y que, cosas del destino, ha aparecido en mi camino. Como si fuera una luz, parpadeante, que atrae mi atención y no puedo resistirme a caminar hacia ella. Trabajar duro, ayudar, salvar vidas, mejorar la calidad de vida de miles de personas… Me siento bien, motivado, seguro, decidido, confiado. Es lo que quiero hacer. Y no hay mayor fuerza en este mundo que una voluntad decidida y obstinada.
En una semana viajo hacia Juba, dejando atrás mi vida, familia, amigos y sintiendo que un pedacito de mi corazón se queda aquí. Quizás, un día, cuando emprenda el camino de vuelta, deje otro pedacito de mi corazón en esas tierras que estoy a punto de conocer…

dijous, 22 de desembre del 2011

Juba: Sudán del Sur.


Barcelona, 22  de Diciembre de 2.011.
La rigidez en los esquemas y planes eran una constante en mi vida unos años atrás. Si algo no salía como yo quería, esperaba o había pensado, el enfado, la rabia y la frustración se apoderaban de mí. Obviamente, no era el camino. Y comencé a trabajar mi flexibilidad, la capacidad de amoldarte a unas circunstancias cambiantes e imprevistas (adaptación) y la aceptación de que hay cosas que no puedo controlar y ante las cuales debo ser lo más flexible posible, incluidos mis patrones de conducta.
Como ya comenté en la entrada anterior, a mitad de octubre había conseguido trabajo con Médicos Sin Fronteras para irme a algún país africano como coordinador de RRHH. Y no sabía ni país de destino, ni fecha de salida, ni duración… con lo que todo parecía indicar que marcharía a mediados o finales de enero tras el curso correspondiente en enero. Además, miré los posibles destinos a los cuales podrían enviarme: Nigeria (Abuja), Liberia (Monrovia), Sudán (Jartum), Etiopía (Addis Abeba), Kenia (Nairobi), Uganda (Kampala), Zambia (Lusaka) o Zimbaue (Kinsasa). También estuve mirando algunos datos sobre las ciudades, los países y todo lo que ha llegado a mis manos referente a situación en África, lo he visto/leído ávidamente.
Pero la realidad se impone, tozuda como ella misma.
El lunes, tras remitir un correo a MSF, me responden diciendo que hay unas vacantes inesperadas y que contactarán conmigo para ver mi disponibilidad. El martes, llamada telefónica para verificar algunos datos, la disponibilidad y, tras comprobar que no tenía reparos en temas de seguridad o inmediatez en la partida, me dicen que entre 7 y 10 días me voy, que hay dos posibles destinos, pero que no me dirán hasta que haya asignación.
Por la noche leo los dos correos que me han remitido para confirmarme fecha de salida y destino: 29 ó 30 de diciembre. Destino: Sudán del Sur. ¿Sudán del Sur?. Vaya, sí, sé que hubo un referéndum hace poco, que es un país nuevo y… vayaaaaaaa… seguramente era el único país que no esperaba. Quizás Sudán, pero… Sudán del Sur!!!. Al leer el nombre mi primera reacción es: “no sé prácticamente nada de este país”. Así que toca conseguir información, situación política, económica, social, cultural… es más… ¿Cuál es la capital de Sudán del Sur?. Ah, sí, claro: Juba. Desde luego, qué ignorante soy!!.
Venga, vamos allá… busca información del lugar donde vas a vivir los próximos 12 meses, Sergio. Bien: Sudán del Sur. Capital: Juba. Limita con Sudán al norte (esta era fácil, eh?... si hay un Sudán del Sur, seguro que tiene que haber uno en el norte); al este con Etiopía; Kenia, Uganda y Rep.D.Congo al sur; y Rep.Centroafricana al oeste. ¿Lo ubicáis ya?.  Venga, voy a ayudaros porque, además, es un país de 6 meses de vida, así que en la mayoría de mapas políticos de África no aparecerá más que como una parte del Sudán.
El nuevo país de Sudán del Sur, en pleno corazón de África...
En las últimas décadas ha habido diversos conflictos armados entre el norte y el sur, con motivos, principalmente, religiosos: el norte del Sudán de mayoría árabe y musulmana; el sur, de mayoría animista y cristiana. De tal modo, poco después de 1.983 comenzó una guerra civil que se extendió hasta septiembre de 2.005, cuando se firmó un acuerdo de paz, por el cual Sudán del Sur se convirtió en una región autónoma, con un gobierno propio y una constitución interina y con la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en Julio de 2.011. Vaya, así que mientras yo estaba perdido en algún lugar de Laos, en esta región Sudanesa se celebraba un referéndum de autodeterminación para decidir si querían formar un país nuevo o no. Curioso… Como decía ayer Jordi en mi facebook: “te vas a vivir a un país que ha conseguido su independencia mediante un referéndum de autodeterminación democrático”. ¿Casualidades?. Los que me conocen ya saben lo que opino de España y la relación con Euskadi/Catalunya. No hay nada más democrático que preguntar a la gente qué quieren ser, en vez de ir prohibiendo referéndums, por lo que no es democracia, sino constitucionalismo. Pero bueno, dejemos este tema, que me produce cierto rubor que en Sudán puedan votar eso y en España se prohíba. Qué caprichosa es la vida, de verdad. Anda que no he tenido yo discusiones con este tema…
O sea: me voy a un país nuevo de trinca, ¿no?. 6 mesecitos… vaya… Juba su capital. Juba… donde se supone que viviré. Hummmm… busquemos imágenes/datos de Juba… vaya, es más difícil de lo que esperaba. No llega a los 200.000 habitantes y no era la gran metrópolis africana que yo me esperaba para ir a vivir, estilo Kinsasa, Nairobi, Jartum o Monrovia. Tendrá sus puntos positivos y sus puntos negativos, sin duda.
La constitución de Sudán del Sur define el país como: “una entidad multiétnica, multirracial, multilingüe, multirreligiosa y multirracial”. Hummm… Sigamos.
El actual presidente del gobierno es el sucesor del que era el comandante en jefe del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, durante la lucha armada de este contra el norte. A su muerte, lo relevó el actual presidente. La población es de alrededor de 9 millones de personas en 10 estados federales, que tienen una economía básicamente rural y de subsistencia. Según wikipedia: “Este territorio ha sido duramente golpeado por las continuas guerras civiles. Esto trajo como resultado una falta de desarrollo de las infraestructuras, la destrucción y el desplazamiento: más de 2 millones de personas murieron y más de 4 millones han sido desplazados o son refugiadas por la guerra civil y sus consecuencias”. Qué bien… ahora ya me siento más tranquilo.
El idioma oficial es el inglés, junto al resto de lenguas del resto del Sudán del Sur.
“Sudán del Sur es uno de los países más pobres del mundo. Después de la guerra, la pobreza y el hambre se extendieron entre la población”. Gracias, Sr. Wikipedia, cada vez me anima más.
Resumiendo: un país nuevo, de 6 meses de vida, tras muchos años de guerra civil con sus vecinos del norte, con grandes recursos minerales y petrolíferos, pero extremadamente pobre, con economía de subsistencia, sin apenas infraestructuras, de mayoría cristiana y animista.. Bueno, un reto interesante por delante.
Parece que no me voy el 29/30, sino unos días más tarde por cuestiones de briefing, formación, documentación, vacunas, preparación, vuelos, etc., lo que me otorga varios días más para solucionar temas personales y poder despedirme de algunas personas, que entre lo precipitado de la asignación y las fechas que se nos vienen encima, hubiera sido bastante dificultoso.
Ayer  caminaba por Barcelona, solucionando algunos de esos temas personales que son relativamente urgentes y mi mirada era otra. Miraba a mi alrededor, en el autobús, en el metro, en los edificios modernistas, el ajetreo de coches, las tiendas con ofertas para el consumismo propio de estas fechas, los árboles de navidad, abrigos, personas con bolsas de compras,… Barcelona, mi Barcelona. Y pensaba en cuánto la echaré de menos. Es cierto que a finales de febrero / inicios de marzo volveré un par de semanas para un curso de formación, pero luego ya será hasta, probablemente, diciembre. Y pensaba que en apenas 10-12 días estaré en un mundo completamente distinto: casas bajas, calles sin asfaltar, pocos comercios, poquísimos coches y tráfico de bicicletas; el mercado tan típico en países africanos… Mi vida será totalmente diferente, como en dos universos paralelos. Y sé que no será fácil. No será fácil el cambiar de país, de continente, de idioma en el día a día. Diferente gastronomía. Otras costumbres. Entorno sociopolítico y cultural en las antípodas. Nuevos compañeros. Nuevos retos. Medidas de seguridad. Y no poder salir por la noche para evitar riesgos. Ver situaciones que, seguro, serán impactantes, chocantes, pero toda una lección de vida. Mi reto profesional es enorme, con una gran responsabilidad sobre mucha gente con una de las más prestigiosas ONG’s del mundo: Médicos Sin Fronteras, con una labor que, a medida que la voy conociendo más y más, me provoca mayor admiración y estímulo para ir y ayudar en todo lo que pueda, con mis conocimientos profesionales y, especialmente, con mi voluntad personal. La voluntad mueve montañas… Y, en estos momentos, estoy deseando llegar a una pequeña ciudad africana, en un nuevo país, de historia reciente convulsa y con cientos de miles de personas en una situación muy precaria. Voy a dar lo mejor de mí mismo, consciente de las dificultades y lo duro que puede ser, especialmente a nivel personal. Pero sé que estoy preparado para afrontar el reto. Y sé que muchos de mis amigos y mi familia estarán, en la distancia, pensando en mí y apoyándome cuando lo necesite, que seguro que lo necesitaré en algunos momentos. Pero en eso consiste el reto: en cumplir de manera exquisita a nivel profesional y de crecer, aún más, a nivel personal.
Sudán del Sur. Juba. En el centro de África. Sea como sea, la experiencia la recordaré toda mi vida. Sólo espero tener un punto de suerte en esos momentos que pueden ser cruciales en mi estancia/trabajo allí.
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