Barcelona, 3 de Octubre de 2019.
Ahora que han pasado ya 10 días de mi vuelta de Irán y se
han asentado sensaciones, pensamientos y emociones, trataré de plasmarlas en
esta entrada.
Irán no es un país fácil para viajar por varios motivos que
intentaré exponer a continuación.
El hecho de que poca gente (casi nadie, de hecho) hable
inglés, dificulta la comunicación para muchas cosas: adivinar precios cuando
compras algo en un supermercado, entrar en un restaurante donde eres el único
extranjero y no hay nada en inglés ni en alfabeto latino, adivinar dónde para
el autobús al que te subes, explicarle a un taxista dónde quieres ir, etc. El
alfabeto, además, es en farsi, por lo que no entendemos nada y no siempre hay
indicaciones escritas en alfabeto latino.
Por otro lado, el desarrollo del turismo tampoco es un
alarde de medios. Las infraestructuras turísticas, a menudo, son escasas, muy
escasas. Si en otros países donde he viajado encontraba un lugar para dormir
cada 3 minutos caminando, aquí he llegado a caminar en alguna ciudad más de 45
minutos buscando lugar para dormir. Y a menudo, la oferta, escasa. Los
restaurantes para extranjeros, tampoco abundan, y con cartas en farsi y no te
hablan en inglés.
Finalmente, en algún momento se produce un choque cultural
que puede impactar en algunos usos sociales. Todas las mujeres, todas, llevan
chador en la cabeza (el pañuelo que les cubre el pelo), pero no llevan nikab ni
burka. Aunque Irán ha sufrido en los últimos 35 años una lucha encarnizada
entre la parte de la sociedad progresista y la parte conservadora, de momento
en muchas cosas se ha impuesto aunque con matices, la conservadora. Ello no
impide que las mujeres se hayan incorporado de una manera progresiva a la
sociedad y, hasta donde yo he podido observar, no son tratadas tal y como
pensaba inicialmente. He visto a mujeres trabajando codo con codo con hombres,
mujeres muy arregladas y maquilladas, con tejanos y vestidas modernas (aunque
con el chador). Es cierto que no van con minifaldas, tienen prohibido el acceso
a algunos recintos, en el metro de Teherán hay vagones separados, etc… pero no
perdamos la cabeza. Sin compartir este trato discriminatorio (aún) hacia la
mujer en la sociedad iraní, y sin entrar en debates feministas (a quienes os
apoyo incondicionalmente) tampoco debemos perder de vista que hay situaciones
en nuestro día a día, en nuestras ciudades, que son igualmente reprochables
pero como forman parte de nuestro paisaje diario, las hemos asimilado como algo
cotidiano. Además, siendo una República Islámica, hay ciertas precauciones que
uno debe tener a la hora de visitar mezquitas, hacer fotos en algún lugar muy
sagrado, guardar ciertas formas a la hora de vestir, etc., pero vamos, nada más
allá de mostrar un poco de respeto hacia las costumbres del país visitado.
Estos 3 aspectos son los que pueden incomodar a alguien a la
hora de venir a Irán. Y los pongo sobre la mesa para que cada uno valore. Para
mí, los tres aspectos le otorgan un encanto especial y diferenciador al país
respecto a otros.
La comunicación, con una sonrisa, alguna palabra en farsi y
buena voluntad, se resuelve: escribiendo cantidades en la calculadora del
teléfono, enseñando billetes para pactar un precio, señalando el plato de
comida de alguien, preguntando qué quiere decir algo que está escrito, etc… y
siempre con una sonrisa!
Que haya poco turismo es, definitivamente, lo que más me
atrae y proporciona a Irán ese halo de país exótico por descubrir, de tener que
estar en contacto con la gente, de mezclarte, de respirar su esencia alejado de
parques temáticos tipo Kao San Road en Bangkok, Jamaa el Fna en Marrakech o Las
Vegas en USA.
Y respecto al tema cultural, es algo que me atrae mucho. Más
allá de que comparta o no con otra sociedad un valor o una forma de entender
las relaciones personales o sociales, más allá del fervor religioso que respeto
aunque yo sea ateo, más allá de costumbres contrapuestas a las mías, si vengo
aquí es porque quiero y me enriquece ver la vida desde otro prisma, sin juzgar,
sin valorar, sin calificar.
De tal modo, lo que para algunas personas puede ser un
hándicap para venir aquí, para mí es una oportunidad de crecer, enriquecerme,
vivir, presenciar, disfrutar… dejarse llevar, sin más.
Respecto a los puntos positivos, pues es que la lista sería
muy extensa.
Así que, con tu permiso, te diré que, deberías venir a Irán
si…
· Eres un salmón que te pasas la vida nadando a
contracorriente. La sociedad, los ministerios, los medios de comunicación,
nuestros familiares y amigos… todos te bombardean con la idea de que esta zona
del mundo, incluyendo Irán, es como un agujero negro del que no vas a volver si
lo pisas. Pues te animo a que lo compruebes por ti mismo.
· Quieres dejarte llevar por las cosas que pasan, siendo
flexible en tu viaje, adaptándote, aceptando imprevistos, cambios, invitaciones
a comer con alguien, hacerte fotos con completos desconocidos…
· Si valoras el factor humano, más allá de lo que te
expliquen. Si te gusta entrar en contacto con la gente local, la gente de Irán
te enamorará: hospitalaria, amable, respetuosa, tranquila en general, cálida,
divertida, agradecida… He estado ya en 32 países y a la altura de Irán en este
aspecto, se acerca algo Japón… pero es que en Japón no me invitaron a dormir en
casa de nadie y en Irán me han ofrecido hasta 4 casas!! Además, me han ofrecido
fruta, té, sentarme a comer con alguien que me veía que era de fuera, me he
hecho decenas de fotos, me han pedido Instagram, mi whatsapp, me han ayudado
incluso por encima de sus necesidades… brutal!!!
· Si no te importa pasar de observador a ser el observado.
En la mayoría de sitios, el que observa es el que viene de fuera y cuando hay
cierto número de visitantes, eres uno más entre centenares y nadie te presta
atención. Pero cuando hay pocos que vienen de fuera, la gente local pasa a
observarte, porque eres el extraño, la novedad… y eso pasa a menudo en muchas
zonas de Irán donde hay muy poco turismo.
· Si te preocupa la seguridad… ya, ya, ya, lo sé! Sé que te
dicen que Irán forma parte del eje del mal, que devoran niños, queman a
occidentales, enriquecen uranio para bombas nucleares que acabarán con la vida
en la tierra durante siglos y que llevan cola de diablo. Pues nada, si te crees
la propaganda, no vengas. Pero si me otorgas un poco de credibilidad, créeme
que en ningún momento he tenido ninguna sensación de peligro o inseguridad. Es
más, te diré que he tenido algún incidente en Marrakech, en Vietnam o en Ciudad
de Guatemala, y algún pensamiento de “cuidado aquí” en Tanzania, El Cairo, San
Francisco o New Delhi. Joder, incluso en el Raval de Barcelona, mi ciudad, voy
con mil ojos y pensando “a ver qué pasa ahora”… pero nada de eso ha pasado en
Irán. Y si quieres, mira otros blogs de viajeros que han estado por aquí y
hazte tu propia composición de lugar.
· Si te apasiona la Historia, ven a Irán, crisol de
culturas, lugar de batallas entre imperios míticos, origen del imperio persa,
lugar de nacimiento de generales extraordinarios como Ciro, Jerjes o Artajerjes,
lugar de paso de personajes como Marco Polo en la ruta de la seda o generales
de potencias extranjeras como Gengis Kan o Alejandro Magno, ciudades cargadas
de historia como Isfahan, Shiraz, Kashan…
· Si tienes un presupuesto ajustado, ven a Irán.
Lamentablemente, con el bloqueo económico, actualmente Irán está pasando un
momento delicado y su moneda se ha depreciado una barbaridad. Y es triste… por
ese motivo, viajar ahora a esta maravilla persa, es baratísimo. Para que te
hagas una idea, 18 días de viaje, con vuelo de avión BCN-Teherán ida y vuelta,
visado de entrada al país (75 €, que es lo más caro), vuelo Tabriz-Teherán,
alojamientos, comidas, entradas (casi en todos sitios entras por 150.000 IRR,
lo que al cambio es como 1’25 €), desplazamientos (buses, taxis, tren
nocturno…), propinas, etc. me ha salido por menos de 1.000 €.
Como ves, los pros golean a los contras de manera
abrumadora.
Finalmente, reflexiones de cierre.
Tres días antes de finalizar mi viaje, acabé la novela que
leía en mi ebook. Y me puse a buscar entre los centenares de libros que llevo
allí a ver si tenía alguno de Irán. Y allí apareció, como esperándome, como
llamándome, como reclamando mi atención. La novela se llama “A la sombra del
árbol violeta” de Sahar Delijani. Con diferentes saltos en el tiempo, narra las
últimas 4 décadas en la historia de Irán, desde la Revolución de los 80, la
contra revolución que impulsó la parte conservadora de la sociedad, el contexto
de la guerra de 8 años con Irak, la nueva oleada revolucionaria de inicios del
presente siglo, la represión, los muertos, el miedo, los sueños truncados, los
reencuentros… Debo admitir que sólo el “Paula” de Isabel Allende me había
encogido tanto el corazón. Este de Sahar Delijani es una delicia, aunque muy
duro. De cómo ella nace en una prisión hija de una represaliada política, de
fosas comunes, de persecución ideológica… Y esas cosas no se perciben en la
superficie de la sociedad, seguramente está en estratos más profundos, más
íntimos de la sociedad, también habrá miedo. Y para mí, leer esta novela que
habla de no hace tantos años, ha sido impactante, porque te ofrece una
perspectiva que no había tenido hasta ese momento, entendiendo que hay muchos
matices imperceptibles que están en un sustrato invisible a nuestra mirada
fugaz.
Para que os hagáis una idea, es como si en el país vecino de
Catalunya, hubiera triunfado el 11-M cristalizando en un gobierno de Podemos,
entonces va VOX y se enfada mucho, consiguiendo llegar al poder y aniquilando a
los podemitas: encarcelando a disidentes ideológicos, cavando fosas comunes y
matando a militantes opositores a miles, forzando al exilio a otros miles,
retrotrayéndose a normas sociales antiguas y conservadoras…
A que suena atroz?. Pues eso es lo que han vivido los
iraníes estas últimas décadas y ahí siguen, con una revolución silenciosa,
burlando la censura en redes sociales prohibidas por el gobierno, las mujeres
operándose la nariz para realzar su atractivo, otras entrando en los vagones
del metro para hombres, ganando espacios en la sociedad…
Y tú puedes pensar: “pues eso es una Dictadura y yo paso de
ir a Dictaduras”. Si vives en el país vecino de Catalunya, te recuerdo que…
· Hay presos políticos por disidencia ideológica y por poner unas urnas para
votar (que serán condenados a muchos años de prisión los próximos días).
· Hay chavales acusados de terrorismo en la prisión: los de
Altsasu por una pelea de bar. Los catalanes, acusados de terrorismo con una
olla y productos de limpieza como pruebas.
· Hay una presidenta de un Parlament encarcelada por
permitir un debate político (Carme Forcadell).
· Hay dirigentes de asociaciones cívicas encarcelados dos
años (y a los que les caerán varios años también) por subir a un coche de la
guardia civil (Jordi Sánchez y Jordi Cuixart).
· Se enviaron 10.000 agentes de policía a pegar a ciudadanos
que querían votar, causando más de 1.000 heridos.
· Hay exiliados políticos: políticos catalanes, activistas y
cantantes (Carles Puigdemont, Clara Ponsatí, Lluís Puig, Toni Comín, Anna
Gabriel, Marta Rovira, Adrià Carrasco, Valtonyc...).
· Hay medios de comunicación controlados y al servicio del
régimen, manipulando información, inventándose relatos o pasándose por el arco
del triunfo la presunción de inocencia en caso de ser catalanes.
· Hay un rey (así, en minúscula, por indigno) que jalea al
sector ultra contra los catalanes.
· Hay un cuerpo de jueces, fiscales y abogados del estado que se inventan
pruebas y permiten que sean usadas en juicios penales, que directamente
prevarican.
· Hay una persecución ideológica para quienes osan apoyar el
derecho a la autodeterminación de los pueblos (conciertos prohibidos, debates
censurados, chantajes y presiones a gobiernos extranjeros).
· Se da un golpe de estado con la aplicación del artículo
155 de manera desproporcionada y autoritaria.
· Se intenta intimidar a la población civil con detenciones
arbitrarias a manos de encapuchados.
· Se acusa de terrorismo a alguien (Tamara Carrasco y Adrià
Carrasco) por tener caretas de Puigdemont y cortar carreteras.
· Se saltan leyes y doctrinas que ellos mismos han firmado.
· Se saltan tratados internacionales y desprecian a organismos que recomiendan
la puesta en libertad inmediata de los presos (cosas que no se han atrevido a
hacer ni en Turquía).
· Desprecian instituciones internacionales y tribunales de
terceros países por no obedecer a su dictado en las euroórdenes (Schleswig-Holstein
en Alemania, Bélgica, Escocia…). Ellos van contra dirección y acusan a todo el
mundo que no lo ve igual que ellos, aunque sean todos los que lo ven de manera
diferente.
· Encarcelan en medio de sesiones de investidura a
candidatos a la presidencia de la Generalitat de Catalunya (Jordi Sánchez,
Jordi Turull).
· No respetan la voluntad expresada en las urnas por los
catalanes, encarcelando preventivamente a los citados anteriormente, impidiendo
ser eurodiputados a otros (Puigdemont, Junqueras, Comín), cercenando el Estatut
de Autonomía del 2006.
· Tienen a un dictador en un mausoleo y a su familia,
subvencionada.
· Tienen una fundación del infame dictador subvencionada con
fondos públicos. Como si en Alemania hubiera la Asociación Adolf Hitler. De
locos.
· Tiene de rey a un tipo cuyo padre fue puesto a dedo por el
dictador agonizante.
· El abogado del estado (dependiente del gobierno) pide la
absolución para guardias civiles que mataron (sí, eso, mataron) a 15
inmigrantes en el Tarajal. Ellos son patriotas y los otros “unos putos negros
que vienen a quitarnos el trabajo y que no importan a nadie”.
- Se censuran símbolos (lazos amarillos), se requisan banderas (estelades) mientras se permiten la del aguilucho, se persiguen colores (el amarillo prohibido en la final de Copa del Dictador en el Wanda Metropolitano).
- Se limita la libertad de expresión: amenazas a los catalanes que silben el himno español.
- Se dejan impunes cientos de casos de catalanofobia.
Y así, hasta el infinito.
- Se censuran símbolos (lazos amarillos), se requisan banderas (estelades) mientras se permiten la del aguilucho, se persiguen colores (el amarillo prohibido en la final de Copa del Dictador en el Wanda Metropolitano).
- Se limita la libertad de expresión: amenazas a los catalanes que silben el himno español.
- Se dejan impunes cientos de casos de catalanofobia.
Y así, hasta el infinito.
Sólo les falta enviarnos al ejército y fusilarnos. De hecho,
si no estuviéramos en la UE, ya lo hubieran hecho con gusto, como han hecho de
manera reiterada en los últimos 3 siglos. Y, curiosamente, el único país que se
cita en la novela que os he comentado más arriba, es Esp… bueno, ese país
vecino de Catalunya, cuando habla de fosas comunes. Por si no lo sabes,
estimado vecino, tu país es el segundo del mundo con más fosas comunes sólo por
detrás de la Camboya de Pol Pot. Y cuando se ha intentado reparar la injusticia
de la represión fascista, el sector ultra reaccionario ha puesto todas las
trabas posibles hasta dejarlo en algo anecdótico, dejando sin efecto una ley
aprobada para restaurar la memoria de las víctimas y recuperar centenares de miles
de cuerpos enterrados en fosas comunes por padres, primos, abuelos,
ascendientes varios de los que actualmente tienen el poder en tu país.
Así que si me dices que Irán es una dictadura, viviendo tú
en el país vecino de Catalunya, te animo a que dejes de visitarme. Infórmate
antes, abre los ojos y si te parece bien, adelante… quédate en tu “democracia”
y no vayas a Irán, que Irán es una dictadura y el país vecino de Catalunya una
democracia avanzada. Y tú eres listo y yo un talibán. Hay que joderse con la
incultura y el fanatismo ibérico.
Al final, en tantas cosas, Irán y el país vecino de
Catalunya se aproximan más de lo que tú piensas, estimado vecino.