Takayama, 5 de Agosto de 2017
Por mucho que viajes, el mundo es muy pequenyo. O eso dicen. Aunque yo necesitaria 7 vidas para poder recorrerlo a lo ancho y largo como a mi me gustaria. Visitar cada rincon, cada pais, cada ciudad, cada ecosistema, todos los continentes y saciarme de esa sed de conocer lo que es mas lejano a nosotros. Poder conocer otras realidades, otras formas de vivir, de organizarse, comunicarse, comportarse, mirarse, amarse... Voy a ver si empiezo a practicar budismo y a creer en la reencarnacion o sera imposible, vamos.
Con esta entrada ya me pongo al dia, en el ecuador de mi viaje, practicamente. Y aunque sea un viaje cortito de 18 dias, sigue apareciendo el efecto aquel del que hablaba al inicio del blog: cuando viajas, el tiempo se expande y ahora mismo, los dias de Tokio, me parecen lejanisimos. Me han pasado tantas cosas desde entonces!!!.
Despues de Tokio, como ya explique, subi a Kanazawa que es una ciudad al noroeste, cerca de los Alpes Japoneses. Habia contemplado la posibilidad de ir a Kamikochi, subir al teleferico y hacer un trekking de un par de dias, pero los dias estan contados y no lo he visto factible. Asi que en Kanazawa estuve dos noches y sus dos dias. Es una ciudad agradable, de ritmo pausado, gente amable (en algun sitio de Japon no lo son, acaso?), que se deja paladear sin prisas ni agobios... Pensaba visitarla en un par de dias y aunque mas o menos lo hice, algo cambie. Luego lo explico.
Aqui visite el Kenroku-en Garden (considerado uno de los tres mejores de todo Japon) y su castillo, con preciosas vistas sobre la ciudad. Estando alli me escribio Ferran, companyero de trabajo, que esta viajando con Helena (su pareja) por aqui, aunque en sentido inverso al mio y ya en BCN hablamos que nos cruzariamos mas o menos por estos dias y por estas ciudades. Como a Kanazawa no tenian pensado subir y al dia siguiente irian a Shirakawa-go (una aldea a la que yo queria ir pero desde Takayama), mire posibilidades para ir y volver desde Kanazawa y pasar el dia alli con ellos. Dicho y hecho: mire autobuses y al dia siguiente me iba de visita a Shirakawa-go... pero antes, otra de esas experiencias bonitas que te suceden viajando.
Tras ir a la estacion de buses a preguntar por lo de Shirakawa-go, volvi a la ciudad para visitar el distrito de Higashi-gai, el barrio de las geishas de Kanazawa. Ya anochecia, los turistas habian desaparecido, se respiraba paz. De hecho, justo al entrar al barrio, una mujer mayor, japonesa, me saluda y me dice que el barrio esta ahora mas bonito, que no hay tantos turistas, ni ruido... y que lo disfrute. Y vaya si lo hago!!. Una maravilla!!. Me pongo a callejear entre casas de dos plantas, de madera, al estilo tradicional, con celosias, entradas decoradas, farolillos encendidos en las puertas... silencio... me sumerjo, me lo tomo con calma. Y aprovecho para hacer fotos nocturnas, que creo que ya lo he dicho alguna vez, pero me fascinan. Eso si, me traje el tripode sin una pieza que encaja con la camara (lo habia contado antes, me parece... brggg... ya ni se lo que explico y lo que no) asi que me las tuve que ingeniar para apoyar la camara en cualquier superficie plana y sacar fotos preciosas de este barrio de noche. Ademas, me meti en un restaurante pequenyito del barrio donde comi las que creo que han sido las mejores gyozas de mi vida... ufffff... al salir, sigo paseando y haciendo fotos. En una de esas, con una foto que me habia salido espectacular, veo un hombre y una mujer, japoneses, ya mayores (luego el me dijo que tenia 78 anyos) que me preguntan por las fotos, se las ensenyo y les encantan. Nos ponemos a charlar y este hombre me explica que habia vivido en NY 5 anyos (entre el 73 y el 78), tambien en Tokio, etc... me preguntan por mi viaje y a los 10 minutos nos despedimos. Yo me quedo por alli haciendo fotos y al momento, sale este hombre del restaurante al que habian entrado el y su mujer y me pregunta si puede ser mi anfitrion y yo su invitado, que los acompanye en la cena. Anyos atras, hubiera declinado la propuesta con cualquier excusa. Absurdo, lo se. Ahora, no, ahora me dejo llevar, fluyo y dejo que pasen las cosas, sin mas.
Acepto, por supuesto, aunque me excuso por no cenar, ya que lo acabo de hacer. Entramos en un restaurante que era una maravilla, con un jardin zen iluminado, una atmosfera relajada y un hombre tocando la guitarra asi en plan intimo. Estoy dos horas alli con ellos, bebiendo sake, me dicen que son de Kioto y que vuelven manyana. Y me insisten que como voy a ir para alli los proximos dias, les llame, que me volveran a hacer de anfitriones. Tras algo mas de dos horas, me despido porque tengo que cruzar media ciudad, algo mas de media hora caminando, que creo que ya no hay ni autobuses, con la promesa de que nos reencontraremos en Kioto.
Y al dia siguiente voy a Shirakawa-go. Llego sobre las 10 (eso si, con una pequenya aventura para no perder el bus desde Kanazawa, que me confie con el tiempo, no venian buses de la ciudad y lo cogi en el ultimo minuto, con lo puntuales que son los nipones!!!) y en teoria Ferran y Helena llegan sobre las 10.40. Decido esperarles, aunque Ferran ya me habia dicho que si no llegaban en ese significaria que lo habrian perdido y llegarian en el siguiente. Efectivamente, no llegaron en ese y decidi subir al observatorio de la ciudad, en la montanya, con unas vistas del valle espectaculares. Es esta una aldea con casas declaradas como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Merece la pena venir un dia y visitar la Gassho-zukuri Minka-en, que son edificios transportados y reconstruidos segun la vida tradicional. Como el entorno tambien es idilico, la visita es 100% recomendable.
Una hora mas tarde, me encuentro con Ferran y Helena en la estacion de autobuses. Fotos de rigor para enviarsela a nuestro jefe (que es el mismo para los dos, de hecho el y yo en BCN estamos en el mismo despacho) y hacemos la visita de la aldea, poco a poco, recreandonos en fotos, hablando de viajes, etc.
Poco mas tarde de las 16.15 nos despedimos, pues yo vuelvo a Kanazawa y ellos a Takayama (donde yo vine ayer por la manyana, que es al dia siguiente de estar con ellos en Shirakawa-go).
De regreso a Kanazawa, visito el Distrito de Nagamachi, conocido por sus casas de adobe y al que le llaman el barrio de los samurais. En realidad, son tres calles (una, dos y tres, en serio, no hay una cuarta), aunque tienen su encanto. Otra vez fotos nocturnas, alguna muy chula.
Y ayer por la manyana me vine a Takayama, que me ha encantado. Tiene un centro historico precioso, con casas de madera tradicionales, decenas de templos, un recorrido por Higashiyama de templo en templo con preciosas vistas, tranquilidad, calma, jardines zen... sudo lo que no esta escrito, por eso, porque la humedad es brutal. Esta manyana ya he visitado lo que me faltaba por ver y en un ratito me subo al Shinkanshen con parada en Nagoya para continuar hacia Kioto, donde llegare esta noche (en total, con cambio de trenes y todo, 3,5 horas).
Con la visita a Shirakawa-go desde Kanazawa y no desde Takayama, he ganado un dia sobre lo previsto, por lo que quizas pueda tomarme con mas calma lo que tengo en mente: Kioto, Nara, Castillo de Himeji, Hiroshima, Miyajima y Matsuyama. Lo del Monte Koya-San seguramente no lo podre hacer, aunque aun no esta descartado.
Por cierto, ya para acabar. Ayer, cuando volvia del recorrido por la montanya ahi por Higashiyama (iba a la estacion de tren para reservar el tren de hoy a Kioto), me cruzo con dos chicas y un chico. Una de ellas, me mira... al ver que es tan descarada, me doy cuenta, me la miro y me dice: "yo a ti te conozco". De inicio, muestro sorpresa y pienso que se ha equivocado, aunque en segundo plano en mi cerebro pensaba "es verdad, te conoce... de donde, de donde, de donde??". Y me dice: "tu estuviste en el PN Aiguestortes haciendo trekking, verdad?". Aja, toda la razon!!. Cuando estuve en el puente de Mayo en Aiguestortes, hablando con una chica me comento que venia a Japon mas o menos por las mismas fechas que yo y bromeamos sobre la posibilidad de coincidir aqui... y ya lo veis, que aunque los recorridos que hacemos la mayoria por aqui son muy parecidos, encontrarte con alguien justo en un momento en un lugar concreto es la repera.
Coincidencias, casualidades... encuentros y reencuentros.
Hasta la proxima!